Del plan Ávila al plan Zamora, por Beltrán Vallejo
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El juicio en la Corte penal internacional contra el régimen de Maduro tiene suficientes fundamentos acusatorios y condenatorios. Uno de ellos sin lugar a dudas es esa joyita diseñada por Nicolás denominada “Plan Zamora”, y que ojalá se torne la vía rápida para el calabozazo en La Haya algún día.
Es que Maduro copió y agravó todo lo malo de la denominada “Cuarta República”, que hasta su plan represivo más emblemático fue calcado en todo su espíritu y en toda su forma; ni originalidad ha tenido Nicolás Maduro. Pues sí, el Plan Zamora es hijo putativo de aquel Plan Ávila que fue activado por Carlos Andrés Pérez y sus militares a raíz de los saqueos del Caracazo el 27 de febrero del año 1989.
El Plan Zamora de Maduro es el heredero de aquel Plan Ávila que implicó el uso irrestricto de las Fuerzas Armadas para reprimir a sangre y fuego a los manifestantes, y recordemos que en el año 1989 eso género centenares de muertos y masivas violaciones de los Derechos Humanos, y que en el año 2017 ese Plan Zamora también produjo ciento cincuenta y pico de muertos, miles de heridos, torturados, violaciones sexuales y destrucción de inmuebles y el uso de paramilitares gatilloalegres(los colectivos).
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Pero particularmente sobre sale el uso de tribunales militares para procesar penalmente a los civiles. Y es así que la lacra militarista se bañó en sangre en el año 1989 y en el año 2017 ¡Hasta cuándo los militares! En estos días se notaron intentos de borrar esta huella; veo a Tarek William algo nervioso en eso de echarle tierrita a algunas situaciones derivadas del año 2017, y entre ellas la acción de estos tribunales que fue el núcleo de crueles atropellos en el contexto de aplicación del denominado Plan Zamora.
Los gorilas militaristas de Maduro, cuando discurseaban sobre ese plan, se les olvidaba lo redactado por aquel chavismo de los primeros años de su supuesta revolución cuando elaboraron la mil veces mancillada Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya que en ella se establece en su artículo 261 que la jurisdicción militar sólo es válida para militares, y punto.
A continuación, cito un párrafo de uno de esos goriletes de Maduro argumentando pretorianamente en el 2017 la aplicación del “Zamora ése”: La derecha terrorista ha instigado a la rebelión, que es un delito penal militar, así como también ha cometido delitos de ultraje al centinela y destrucción de bienes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana».
Este Plan Zamora es lo que fundamentalmente debe de erradicarse del chavomadurismo. En un proceso de redemocratización de Venezuela, esta desvergüenza debe ser superada. El reto subversivo que Maduro y su combo usaron para justificar este plan represivo también sirvió de argumento para que nuestro país siguiera el tenebroso sendero que fue transitado por la Argentina de la dictadura de Videla y demás simios; para que siguiéramos el mismo camino recorrido por el Chile de Pinochet y demás genocidas; se pretendió recorrer con este plan la misma vía por donde transitó el Brasil dictatorial de los 70 y 80, y en el Uruguay siniestro de Pacheco Areco y de otros matones, y se quiso recorrer lo del Paraguay del chimpancé de Alfredo Stroessner.
El modelo militar chavomadurista debe ser erradicado, pues nada democrático podrá ser sostenible con esa institución maléfica gravitando en el destino del pueblo venezolano. Los padres del Plan Zamora, que también parasitan en los cuarteles, siempre estarán generando en nuestra Venezuela una grave crisis existencial nacional.
“O son ellos o es el pueblo venezolano”.
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