Democratismo, por Ángel Lombardi Lombardi

Democratismo, cuando la democracia se asume como una ideología. Cuando se le pone «apellido»: democracia liberal, democracia popular, democracia socialista, etc.
La d|emocracia es una construcción histórica, en el desarrollo cultural y civilizatorio de los Sistemas Políticos. Desde la Grecia Clásica hasta el día de hoy. La libertad es su hilo conductor y la aspiración progresiva, a una sociedad menos desigual y a un mundo mejor.
La libertad, los derechos individuales, y la participación ciudadana debe estar garantizada, sin exclusiones, contrarias a los derechos humanos universales y a la justicia y oportunidades para todos.
Igualmente, la libertad de pensamiento, expresión, organización y participación. El poder subordinado y dividido, como garantía de equilibrio anti-hegemónico. Distinción clara entre Nación, Estado, Gobierno, Partido. La alternancia en el gobierno y la rendición de cuentas es fundamental.
La Sociedad Civil deja de ser una abstracción y se define en la práctica como una ciudadanía activa, en sus deberes y derechos, tanto para perseguir objetivos personales lícitos como comprometerse y obligarse, desde el punto de vista ético y legal, con el interés general o bien común en los diversos ámbitos societarios en los que le toca desenvolverse.
Para que exista sociedad civil y no esclavos y siervos del Estado y del Gobierno es fundamental la propiedad privada reconocida. Esto es tan cierto, que en la China Comunista actual, el despegue económico y desarrollo de este país, se dio a partir de la reforma constitucional introducida por Deng Xiaoping que permitía y estimulaba la propiedad privada, tanto es así, que la economía china está gestionada con apenas el 20% de propiedad pública, 60% de propiedad privada nacional y 20% de propiedad privada transnacional.
A pesar de todo lo dicho, el democratismo no se abandona y llamamos democracia a cualquier sistema político, indistintamente sea una dictadura o una democracia.
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El elemento fundamental para identificar una verdadera democracia, además de lo dicho anteriormente, es el pluralismo, la tolerancia y la convivencia: valores educativos, culturales y políticos fundamentales.
La intolerancia, el sectarismo, el partido único, el populismo y la demagogia son los mayores peligros para una democracia, que propician, que en nombre de ella y por vías democráticas, la «democracia», se convierta en autocracias, dictaduras y tiranías. El democratismo es la muerte de la democracia.
Ángel Lombardi Lombardi es licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales, con especialización en la Universidad Complutense y la Universidad de La Sorbona. Fue rector de la Universidad del Zulia y rector de la Universidad Católica Cecilio Acosta.
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