Desigualdad de género en América Latina “conspira” contra el desarrollo económico
La cepal informó que la tasa de participación laboral de las mujeres sigue estancada en torno al 52%, mientras que la de los hombres es de 76,6%. Además, las mujeres ganan 16,1% menos que los hombres a pesar de ejercer la misma labor
La desigualdad entre hombres y mujeres en América Latina sigue siendo un freno en el desarrollo económico y sostenible de la región, según expresó este lunes 12 de octubre, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), durante el “Seminario Marcos normativos para la autonomía económica de las mujeres y la igualdad de género”, llevado a cabo en Santiago de Chile.
“La desigualdad de género, además de ser injusta, es profundamente ineficiente. Es un obstáculo que conspira contra el desarrollo sostenible. Es ineficiente que en América Latina y el Caribe las mujeres tengan mayores niveles educativos que los hombres y que enfrenten discriminaciones en los mercados laborales”, explicó Bárcena.
De acuerdo a la ejecutiva “este desaprovechamiento de las capacidades de las mujeres” y el techo de cristal que les impide acceder a altos cargos de toma de decisión, es una limitación a la productividad de los países del hemisferio.
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“La actual coyuntura económica y las perspectivas para 2019 son poco favorables para que la ciudadanía en general y en especial las mujeres, logren una mayor autonomía económica. Por eso nos empeñamos en romper el silencio estadístico respecto al trabajo total de las mujeres y a la desigualdad de ingresos, de riqueza y de acceso pleno al mundo laboral con todos los derechos”, añadió Bárcena, quien enfatizó que “la esquiva autonomía económica de las mujeres” seguirá siendo una de las prioridades de la Cepal.
Cepal: “La igualdad de género contribuye a crear ambientes laborales diversos, a impulsar la innovación y a cerrar las brechas estructurales”
Bárcena recordó que la tasa de participación laboral de las mujeres sigue estancada en torno al 52% (la de los hombres es de 76,6%) y que la mitad de las mujeres ocupadas (51,4%) se emplean en sectores de baja productividad con precarias condiciones laborales. El 11% de las mujeres están empleadas en el trabajo doméstico remunerado, sector que cuenta con bajos salarios, largas jornadas laborales y mayores niveles de informalidad que otros sectores de la economía. Por otra parte, sostiene que más allá de los esfuerzos desplegados, las mujeres aún perciben salarios 16,1% menores a los de los hombres en la misma condición.
Sandie Okoro, vicepresidenta senior y asesora jurídica del Grupo Banco Mundial, señaló que “en el Grupo Banco Mundial, creemos que la igualdad de género es una solución de desarrollo transversal para acabar con la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida”.