Después hablo de Chile, por Fernando Luis Egaña
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El tema chileno no perderá vigencia. Al contrario. Por lo pronto celebro la amplia victoria que rechaza el proyecto de Constitución y, así mismo, que le envía un mensaje contundente al presidente Boric, sobre su gestión de gobierno. Chile necesita una nueva Constitución. Estamos de acuerdo. Pero no una que sea redactada con sectarismo, sino que sea debatida con amplitud e inclusión. Ojalá que la voluntad del pueblo chileno sea respetada.
Vuelvo a mi país, Venezuela, devastado por una hegemonía despótica y depredadora. Esta hegemonía contradice la leyenda roja de la democracia venezolana. ¿Por qué? Porque si luego de tantos años de destrucción general, todavía hay un país, aún en la más profunda mengua, es porque había fundamentos sólidos que, a duras penas, en algo subsisten.
Para no hablar en abstracto, pongo un ejemplo concreto: el Metro de Caracas. Otrora orgullo nacional y ejemplo mundial, y hoy convertido en un horror de sufrimiento para los usuarios. El video de Carlos Ocariz lo dice todo. Pero igual se puede denunciar de cualquier cosa. Pdvsa es una chatarra, luego de haber sido la empresa petrolera global con mejores perspectivas en el mercado internacional.
Y toda esa destrucción ha ocurrido durante una época de auge de los precios del petróleo. En los años noventa del siglo XX, el tiempo más duro y crítico de la democracia venezolana, el promedio de precio petrolero estuvo, acaso, alrededor de 14 dólares. Y en 1998 se derrumbó a menos de 10, por causa de la crisis financiera en medio mundo.
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Durante el largo periodo del presidente Chávez, la cesta petrolera del país, aumentó de manera considerable, y llegó a superar los 150 dólares por barril. Repito: 150 dólares. Efecto del mercado global.
Todo esto se cuenta y es difícil de creer. Pero es verdad. Los hechos son tercos, como decía Lenin. El pueblo venezolano es un pueblo sufriente, si los hay. Las burbujas de grosera ostentación, no tienen nada que ver con la trágica realidad de la abrumadora mayoría.
Protestas sociales hay al por mayor. Pero no se ha constituido una conducción política que las represente y conduzca con un compromiso de cambio efectivo.
En medio de una crisis humanitaria, incluyendo la masiva emigración, muchos de los que se proclaman voceros de la oposición política, están dedicados a sacar cuentas de cuánto les toca en primarias y secundarias. Por algo será…
La hegemonía despótica y depredadora tiene que ser superada para que Venezuela pueda ser reconstruida. Lo esencial es el porqué. El cómo es una derivación, amparada y exigida por la Constitución
formalmente vigente.
Como decía el gran Teodoro, siempre presente: me sabe a eso… lo que digan de estas posiciones y planteamientos. Con buena fe y compromiso verdadero, se puede lograr el cambio que los venezolanos ansían.
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