• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia

Destino, por Omar Pineda



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Destino
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Omar Pineda | @omapin | febrero 2, 2021

Twitter: @omapin


“¿Y qué pasó con el toyotica azul, padrino?”, preguntó con el tono resbaladizo de su voz de quien amaneció drogado. Tú sabes, las palabras se les amontonan en la garganta hasta que salen, con lentitud y sin orden gramatical. “Me lo robaron, chamo”, le dije mientras hurgaba en la cartera los billetes que le iba a regalar, apelando a mi regla de darle menos de lo que él me pedía siempre con la excusa de que no era para comprar perico sino “para rematar un caballo”, cuando yo sabía que buscaba dinero para prolongar su ruindad. Igual me abrazaba, me pedía la bendición, padrino, cada sábado cuando visitaba a mi mamá. “Me lo robó un pajúo, un tipo que ya se ha llevado dos carros del estacionamiento del edificio”, le contesté poniéndole mi mejor cara de víctima y luego le relaté que el descarado le aseguró al vigilante que no sabía que yo había cambiado el Festiva por el Toyota. Entonces, sin aguardar a que yo terminara la frase y tomando los billetes con rabia Yorvis –le decían a cabeza de bombillo– protestó, como si para él fuese un insulto: “¿Quéee y usted lo conoce, padrino?” Le dije que sí… un tipo que no vivía en el edificio sino que iba a visitar a la jeva. “Pero… coño… ¿y usted no lo entrompó?”, preguntó mi ahijado con gesto de asombro. Fue cuando le expliqué que soy un hombre de paz y le recité todas esas monsergas de los años sesenta a las que acudimos para evitar peleas que no deseamos perder. No quiso oír más. “Está bien, déjemelo a mí… dígame el día y la hora en que ese guevón está por allá y yo voy con un pana, y usted lo que tiene que hacer es señalármelo de lejos”.

Sabía por dónde venía, de modo que, igual, le pregunté qué vas hacer y el chamo malandreando con genuina ira “Nada, padrino, usted, tranquilo… me dice el día y la hora en que ese bicho está allá y me lo va a señalar, que yo voy con un pana, y lo quiebro… ¿ves? y se acabó Cuba”.

Me costó disuadirlo de que con esa acción no iba a recuperar mi carro, pero él se alejó. Al siguiente sábado cuando volví a visitar a mamá le dije que su plan no era buena idea, porque esas acciones siempre terminan mal, pero él insistió que ese tipo le había ofendido su honor y que, tranquilo, que cuando yo hago eso, todo sale limpio, perfecto.

*Lea también: Venezuela: la adaptación del hampa, por Javier Ignacio Mayorca

Ya casi me había olvidado del tema cuando, sin avisar, Yorvis se apareció un mediodía con el pana que me prometió. Ambos estaban empistolados y drogados, tocaron el intercomunicador y cuando bajé me rogó que le dijera si el tipo pasaría ahora mismo. Volví abrir la cartera y le di otros billetes porque se habían quedado sin plata para el pasaje de regreso. Insistí en que dejaran eso así y no sé si lo convencí, pero me pidió la bendición, lo abracé con el cariño de su papá ya muerto que él proyectaba en mí. A ambos les agradecí el gesto de solidaridad. Volví al edificio, me detuve en las escaleras detrás de las rejas y al voltear vi que justamente salía de la farmacia el ladrón de mi Toyota azul.

A veces pienso en lo fácil que hubiese sido gritar “¡Bombillo!” y señalarlo, luego cerraría los ojos, escucharía una o dos detonaciones y subiría en el ascensor a mi casa, como si nada hubiera ocurrido. No lo hice, me felicité por ello y hasta olvidé lo del carro.

Meses después me encontré con Richard en el metro, en la estación La Paz. Le pregunto por todo y, por no dejar, indago cómo se está portando Yorvis. Me mira y tras una pausa, contesta con otra pregunta “¿No sabes? Al Bombillo lo mataron de un disparo en la cabeza en una pelea por drogas”. Según la descripción que me dio Richard, a mi ahijado lo había matado el mismo chamo que le acompañó aquel mediodía cuando tocó el intercomunicador y me dijo que bajara.

Omar Pineda es periodista venezolano. Reside en Barcelona, España

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

Post Views: 1.446
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Omar PinedaOpinión


  • Noticias relacionadas

    • Ismos atroces, por Fernando Luis Egaña
      septiembre 18, 2025
    • ¡Viva la Arepa: Un símbolo de la identidad venezolana!, por Rafael A. Sanabria M.
      septiembre 18, 2025
    • Retos de los gobiernos en la transición verde, por Marino J. González R.
      septiembre 18, 2025
    • Polarizar, el arma silenciosa, por Luis Ernesto Aparicio M.
      septiembre 18, 2025
    • Paridad e igualdad de género: ¿son lo mismo?, por Carolina Elizalde Yulee
      septiembre 18, 2025

  • Noticias recientes

    • Violencia en América Latina: 120 defensores de la tierra fueron asesinados en un año
    • Ismos atroces, por Fernando Luis Egaña
    • ¡Viva la Arepa: Un símbolo de la identidad venezolana!, por Rafael A. Sanabria M.
    • Retos de los gobiernos en la transición verde, por Marino J. González R.
    • Polarizar, el arma silenciosa, por Luis Ernesto Aparicio M.

También te puede interesar

¿Regreso a clases?, por Jesús Elorza
septiembre 17, 2025
Renovar la democracia: de promesas incumplidas a un desarrollo humano resiliente
septiembre 17, 2025
Las cuentas no cuadran, por Estilito García
septiembre 17, 2025
El partido del pueblo, por Douglas Zabala
septiembre 17, 2025
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 25 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • Violencia en América Latina: 120 defensores de la tierra...
      septiembre 18, 2025
    • Cabello denuncia "falsa bandera" de la DEA para vincular...
      septiembre 17, 2025
    • Padrino López anuncia maniobras militares en el Caribe...
      septiembre 17, 2025

  • A Fondo

    • Hotel de aeropuerto de Maiquetía tendrá inauguración...
      septiembre 17, 2025
    • No todas las escuelas iniciaron clases ni hay cupos...
      septiembre 16, 2025
    • Cómo se prepara y cuál es la capacidad real de Venezuela...
      septiembre 15, 2025

  • Opinión

    • Ismos atroces, por Fernando Luis Egaña
      septiembre 18, 2025
    • ¡Viva la Arepa: Un símbolo de la identidad venezolana!,...
      septiembre 18, 2025
    • Retos de los gobiernos en la transición verde, por Marino...
      septiembre 18, 2025


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
Presione enter para comenzar su búsqueda