El Detallazo, por Marisa Iturriza
Aquí suele suceder que no entendemos que por ahora las palabras significan lo contrario de lo que quieren decir, como sucede con la palabra revolución cuando la correcta es involución. Un “detallazo”, diría Cantinflas, es ver, en lugar de gente calzada, otra involucionariamente descalza en las calles de Caracas, como ese par de niñitas que estaba mendigando a la entrada de la estación del Metro cercana a la residencia presidencial (¿Sigue siéndolo?) Es que, a paso de vencedores, la involución aspira “retrotraernos a etapas ya superadas”*, a la pre PreHistoria, o sea:
1) Descalzos como nuestros antepasados.
2) Hambreados.
1) Como no hay petroglifos ni dibujitos en las cavernas haciéndole publicidad a ninguna marca., se presume que en la pre PreHistoria no había zapatos. Andar descalzo cerca de mar, río o piscina es OK. En cambio, por calles, avenidas, autopistas, carreteras, callejones, etc. no tanto, pero, con el tiempo, gracias al caminar imperativo debido a la actual escasez y carestía del transporte y a lo costoso de los zapatos, la planta del pie puede generar un supercallo que sustituiría a la suela normal. Y para que el pie luzca “in”, en el empeine se le pueden pintar estilos de zapato acordes con la ocasión.
2) Hambre había, como ahora. Ayuda humanitaria no. Si bien actualmente a nativos locales les quitan de la boca los alimentos para luego venderles esporádicamente una prepagada caja con nombre de aplauso (clap, idiota) conteniendo no lo que elegirían, sino lo que a los importadores les dé la gana meter y de dudosa calidad, se les pregona que aquí no se necesita ayuda humanitaria. Qué va. En cambio, se comenta que al imperio insular enviaron 12 toneladas de… ayuda humanitaria.
*Lea también: El informe del panel de expertos de la OEA, por Gioconda San Blas
Si es por dar, se da lo que se tiene, digamos amor. No lo que no se tiene, repetimos, amor. Hay que tener una auto-estima bien peculiar para Odiar al Prójimo como a tí mismo como cotidianamente parecen expresar los poderosos que mandan que, volviendo al pasado, se empeñan en emular al pobre Rey Midas, que volvía oro lo que tocaba y en cambio estos, lo que tocan, se convierte en mi…seria. Tanto así que, para ganar una elección apresurada, ofrecieron claps y bonos a cambio del voto para la mono-candidatura, y ya vieron lo que resultó. El “Detallazo” fue que la ciudadanía demostró que Valor y precio no son lo mismo.
*Dicho que popularizó un presidente demócrata.