Dgcim sistematizó la tortura dentro de sus centros de detención
Una Ventana a la Libertad señaló que las denuncias sobre torturas cometidas por funcionarios de la Dgcim se incrementan cuando desde el poder Ejecutivo se pide celeridad en las investigaciones de las supuestas conspiraciones denunciadas
La organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad (UVL) reveló que la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) ha sistematizados la tortura hacia los presos dentro de sus centros de detención preventivos, una práctica de la que ha «alejado» el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional.
En su informe más reciente, la ONG detalló que los agentes de la Dgcim no solo continuaron las prácticas de tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes desde 2017, sino que además los «sistematizaron e incorporaron nuevas modalidades».
Estas acciones derivaron en la muerte en custodia del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, además de la muerte en un supuesto suicidio de un sargento que era objeto de investigación. Una Ventana a la Libertad también recibió información sobre una mujer sufrió lesiones severas en su vientre que, según lo alegado por ella misma durante una audiencia de juicio, ocasionaron el cese de su embarazo.
El informe de UVL describe un «patrón» de este cuerpo de seguridad que quedó evidenciado durante las investigaciones sobre el llamado «magnicidio frustrado» contra Nicolás Maduro, iniciadas en agosto de 2018.
«Las denuncias sobre torturas, aún hechas en juicio, no conducen a investigaciones por violación a derechos fundamentales. Las lesiones correspondientes no son documentadas por equipos forenses que gocen de la independencia requerida para estos casos, tal y como lo exige el Protocolo de Estambul», resaltó la ONG.
Las personas que formulan estas denuncias durante las audiencias en tribunales posteriormente son objeto de represalias, dice el informe, «mediante castigos severos que implican prolongados lapsos de aislamiento, privación de visitas y de alimentación adecuada por tiempos que son determinados a discreción por los oficiales de la Dgcim».
Una Ventana a la Libertad también señaló que las denuncias sobre torturas cometidas por funcionarios de la Dgcim se incrementan cuando desde el poder Ejecutivo se pide celeridad en las investigaciones de las supuestas conspiraciones denunciadas.
Uno de los efectos de esta actividad represiva ha sido el incremento sostenido del hacinamiento en las celdas de la central de la Dgcim en la zona industrial de Boleíta Norte. En la actualidad, afirmó Carlos Nieto Palma, director de la organización, la población recluida allí rebasaría en 80% la capacidad física.
«Esto a pesar de que, a partir de enero de este año, comenzó a utilizarse un nuevo sector de celdas, construido en el segundo sótano del estacionamiento, que amplió considerablemente la capacidad para albergar a detenidos», señaló el abogado.
Con respecto a la actuación del Sebin, el director de Una Ventana a la Libertad detalló que los agentes de este cuerpo de seguridad «fueron alejándose paulatinamente del ejercicio de torturas contra sus detenidos, presumiblemente por efecto de los cambios implantados durante la gestión del general Manuel Christopher Figuera, quien luego se unió al alzamiento militar del 30 de abril de 2019».
Aunque para mayo de ese año regresó a la institución el mismo equipo liderado por el general Gustavo González López, hasta el momento de la investigación no se habían recibido denuncias sobre nuevos hechos de torturas.
Sin embargo, en El Helicoide (una de las sedes del Sebin en Caracas) continúan prevaleciendo peligrosas condiciones de insalubridad y retardos en la atención médica de casos severos.