Diálogo y revocatorio, pero con mucho tino, por Xabier Coscojuela
El diálogo entre Gobierno y oposición representa un paso pero aún queda ver si es hacia adelante o hacia atrás
Autor: Xabier Coscojuela
El diálogo avanza. a pesar de todo el escándalo que se ha producido en los últimos días por la realización de dos reuniones entre representantes del Gobierno y de la Mesa de la Unidad democrática, el hecho que los encuentros se hayan concretado es un paso importante en el camino hacia la normalización de la vida del país. El camino va a ser largo. De eso no hay duda y apenas se está empezando.
Según nos dicen los protagonistas, esos encuentros debían mantenerse en secreto. Eso era parte de un acuerdo que habían alcanzado. El por qué no se cumplió sirve para muchas especulaciones. la primera que lanzó piedras contra el encuentro fue María Corina Machado con su tuit de la semana pasada donde decía «Conmigo no cuenten si se acuerda el referendo revocatorio para el 2017». Aunque ella no estaba incluida en las conversaciones, su advertencia dio la primera pista de que se estaban de verdad produciendo.
Después Enrique Márquez, presidente de Un Nuevo tiempo, fue quien declaró al diario Panorama que el diálogo había avanzado bastante, pero no se podía revelar en qué. De ahí en adelante siguió un cruce de declaraciones de tirios y troyanos que no debieron ocurrir si la MUD hubiera emitido antes el comunicado que difundió.
Visto lo visto, pareciera que dentro de la entente opositora no están totalmente convencidos de la necesidad de dialogar. Da la impresión que sienten que están cometiendo un delito si se reúnen con representantes del Gobierno. Hasta Nicolás Maduro dio los nombres de los integrantes de la delegación opositora como si fueran unos delincuentes.
Entendemos que la MUD decidió que el diálogo es necesario, que es el camino para lograr darle salida a la crisis política que vive el país. Que es el mecanismo que puede facilitar un futuro gobierno lo más amplio posible.
Si eso es así, hay que asumirlo por la calle del medio. Sin esguinces. Sin pararle a los radicales de sofá. Sin importar lo que diga alguna tendencia en twitter, pues según todos los sondeos de opinión que se han hecho en el país a la inmensa mayoría de los venezolanos quiere que se logre un entendimiento entre los dos sectores.
Además de lo anterior, porque el diálogo es lo que le conviene al país y una dirigencia seria y responsable tiene que ejercer su papel y conducir a la gente por el camino correcto.
Esperamos que quienes encabezan la MUD no hayan olvidado los errores cometidos entre los años 2002 y 2005, cuando el pretender todo o nada llevó a la oposición a fallas garrafales que permitieron atornillar a Hugo Chávez en el poder.
Esa oposición fue dirigida por algunos que hoy no encabezan a la MUD, aunque aspiran a ello, y que siguen demostrando que no aprendieron nada de entonces.
Para ellos, el golpe de abril de 2002, el paro de finales de ese año y principios de 2003 y el retiro de las elecciones parlamentarias de 2005 fueron un éxito.
La MUD ha tenido aciertos y errores, como es inevitable; pero en nuestra opinión son mucho más los primeros que los segundos. Desde que se decidió retomar el camino electoral el avance de los sectores democráticos ha sido importante. El resultado del 6 de diciembre es la mejor demostración de todo ello, y eso hay que honrarlo.
Entendemos que algunos quieren salir ya de este desastre que para el país ha significado el chavismo, pero a veces del apuro no queda sino el cansancio. la experiencia a la que nos referimos es una prueba de ello.
La MUD ha dicho que su posición ante el Gobierno, tanto en privado como en público, es la misma: exigir que se haga en referendo revocatorio y las elecciones a gobernadores este año. No tenemos razones para dudar de ello.
Sin embargo, tenemos claro que estamos frente a un gobierno autoritario que se viene quitando sin ningún prurito su barniz democrático y que hace todo lo posible por impedir su realización este año y posiblemente también lo evite en 2017.
Nosotros creemos y estamos convencidos de que hay que votar en cualquier fecha. Preferimos que sea antes del 10 de enero de 2017, pero si convocan para después también hay que participar y revocar a Maduro. A estos aspirantes a dictador hay que ponerlos frente a las urnas cuantas más veces mejor.
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