Diosdado Cabello fustiga a disidentes que pasan a escribir cartas para dejar el proceso
«Con que moral pueden hablarle a un país y escribir cartas para explicar por qué traicionaron», expresó el número dos del chavismo en un acto realizado en el estado Apure, a donde se trasladaron integrantes de la asamblea constituyente, para conmemorar los 200 años del paso de Simón Bolívar por el Arauca rumbo a la Nueva Granada
El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, reaccionó este martes a las cartas hechas públicas por antiguas figuras del chavismo que se apartan del gobierno de Nicolás Maduro y develado aspectos oscuros sobre el proceso revolucionario en general.
«A mí la traición me provoca desprecio y con la traición los traidores», expresó Cabello durante su discurso en un acto del PSUV realizado en el estado Apure para conmemorar los 200 años del cruce del río Arauca por parte del Libertador Simón Bolívar con el objetivo de emprender la campaña de liberación de la Nueva Granada, hoy Colombia.
Cabello preguntó con qué moral pueden (los supuestos traidores) hablarle a un país y «escribir cartas para explicar por qué traicionaron. !Qué pena y qué verguenza!», expresó.
Indicó el número dos del chavismo que el proceder de los traidores «es la degradación del ser humano, de perder sus valores, principios, creencias, amigos, sueños por algo que de repente los convence», y señaló que lo que normalmente lo que se utiliza para convencer a los traidores es «plata, es ambición personal».
Aunque no se refirió a ellos con nombre y apellido, las declaraciones de Cabello fueron clara alusión a las recientes cartas públicas dirigidas a Nicolás Maduro por el ex jefe de la Dirección de Inteligencia Militar Hugo «el pollo» Carvajal, y el ex embajador ante Italia Isaías Rodríguez.
«Salí (de la Dgecim) por no prestarme para realizar las locuras que salían de tu vacía cabeza, por oponerme a cometer los delitos que sugerías y por no haber permitido nunca la entrada de cubanos a la DGCIM», expresó Carvajal en su misiva, en la que le preguntó a Nicolás Maduro si recordaba que le sugirió meter preso sin orden juidicial y mantener detenido inventando cualquier conspiración al empresario Domingo Goncalvez.
Carvajal, quien es diputado a la Asamblea Nacional y fue electo por el PSUV le espetó a Maduro lo siguiente: «Tú tienes de obrero lo que tu gobierno tiene de legítimo. Jamás en tu vida fuiste obrero, no fuiste más que un mediocre sindicalista, un adulador de superiores, dedicado a vivir de crearle problemas a la gente».
Isaías Rodríguez, quien fue vicepresidente de Hugo Chávez y Fiscal General de la República, renunció a su cargo de embajador de Nicolás Maduro en Italia haciendo referencia al insomnio, el estrés, la aflicción y «a las víboras con cabeza triangular que desde hace mucho tiempo lo acompañan (a Maduro)».
«Muchos de sus discípulos tienen muy poco de apóstoles, y es cuando todos nos preguntamos ¿si es la iglesia o dios quien está fallando?», le insistió Rodríguez al Ejecutivo.
Diosdado Cabello aseguró que son muchas las presiones sobre los cuadros del chavismo para que se cambien de bando: «Quien no tenga acerado el espíritu para estas batallas que vienen puede ser víctima fácil de la manipulación, la mentira, el chantaje y la falta conciencia de dejarse comprar por cuatro lochas», advirtió.
Al acto en Apure asistió una representación de la Asamblea Constituyente presidida por Cabello y también del PSUV. Bajo una pertinaz lluvia, de la que estuvieron siempre resguardados los altos jerarcas del chavismo, se produjeron los discursos recordando la acción de Bolívar que le llevó a traspasar los andes venezolanos para llegar a la Nueva Granada a continuar su gesta emancipadora.
El despliegue del acto y traslado de constituyentes contrastó con los resultados del evento: un acuerdo de tres puntos, el primero de los cuales fue el «rendir honores al padre de la libertad suramericana y a nuestro glorioso ejército», y el segundo declarar que hoy como ayer se enfrenta al mismo enemigo, el imperialismo con sus lacayos locales. El tercer punto fue la consabida instrucción de imprimir y publicar el acuerdo.