Disminución en el ritmo de vacunación en América Latina, por Marino J. González R.
Twitter: @marinojgonzalez
Hasta la fecha solo dos países de América Latina han alcanzado la meta de vacunar al 70% de la población contra covid-19: Uruguay y Chile. En Uruguay, pasar de 40% de población completamente vacunada requirió dos meses (del 21 de junio al 19 de agosto). En Chile, se requirió tres meses (del 22 de mayo al 27 de agosto). Se podría decir entonces, dada la experiencia de estos países, que tres meses podría ser un período razonable, luego de alcanzado el 40% de cobertura, para cumplir la meta.
Dado el desempeño de otros países de la región hasta la fecha, este período de tres meses se puede prolongar. En efecto, se puede constatar que el ritmo de vacunación en algunos países, luego de alcanzar el 40% de cobertura completa más bien se ha estabilizado, con lo cual esta prolongación puede ser muy larga.
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En República Dominicana la cobertura completa de 40% fue registrada el 10 de agosto. Sin embargo, hasta la fecha del último registro (23 de octubre), esto es, en dos meses y medio, solo se ha incrementado la cobertura hasta 48%. En Ecuador el registro de 40% se efectuó el 23 de agosto. Luego de dos meses la cobertura ha aumentado a 56,41%. En estos países la tendencia de crecimiento de la población completamente vacunada es hacia la estabilización.
Otros países de la región (El Salvador, Argentina, Brasil, y Panamá), han alcanzado la cobertura completa para el 40% de la población, y podrían alcanzar el 70% en un período similar al de Chile y Uruguay. Esto implica mantener altos ritmos de vacunación en las próximas semanas.
A dos meses de finalizar el año 2021, la cobertura completa de 70% pareciera que solo será alcanzada por muy pocos países (diferentes a Uruguay y Chile). Esto podía significar en la práctica que, en muchos países de la región, el año 2022 comenzará con la incertidumbre derivada de la ausencia de control de la pandemia.
Los países que ya han cumplido la meta de cobertura completa (Uruguay y Chile), tienen dos características resaltantes de sus sistemas de salud, no compartidas por muchos países de la región. En primer lugar, el bajo gasto de bolsillo, es decir el que pagan directamente las personas de su ingreso mensual. De acuerdo con las últimas cifras disponibles de la OMS (2018), Uruguay es uno de los tres países de la región en los cuales el gasto de bolsillo es menor al 20% del gasto total (los otros dos son Cuba y Colombia). Chile, por su parte, tiene 33% de gasto de bolsillo, que, aunque no es bajo, no está entre los más altos de la región. La segunda característica es el mejor desempeño en la gestión de estos dos sistemas de salud, al menos en términos relativos en América Latina.
La disponibilidad de vacunas es alta en muchos de los países que han superado el 40% de cobertura completa. Las dificultades para llegar al 70% en tiempo similar a Uruguay y Chile, puede estar relacionada más bien con otros factores como: organización regional de servicios, logística, recursos humanos entrenados, vinculación con las comunidades, entre otros aspectos relacionados con la gestión general del sistema de salud. En la medida que se realicen cambios en la gestión de los servicios, se podría alcanzar más rápidamente la meta de cobertura.
En aquellos países en los cuales no se ha alcanzado todavía ni siquiera el 40% de la meta de cobertura completa (Colombia, Paraguay, Bolivia, Honduras, Venezuela, Guatemala, Nicaragua, y Haití), existen mayores restricciones en la gestión de las vacunaciones. Esto implica que alcanzar la cobertura completa contra covid-19 probablemente requiera buena parte de 2022. Siendo que las vacunaciones son, en principio, una de las actividades de salud pública más dependientes de la gestión, y de mayor impacto, es evidente que esta prueba no ha sido superada por la gran mayoría de los países de la región.
Marino J. González es PhD en Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina.
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