Doble lenguaje, por Simón Boccanegra
La verdad es que la reacción de Acción Democrática ante la decisión del CNE es incomprensible. Hace menos de un mes organizó ese partido un acto en su sede en La Florida, con toda la parafernalia y la grandilocuencia del caso, que denominó ARDE y que abrió su campaña para recoger nuevamente firmas para el revocatorio. En ese acto habló Henry Ramos Allup y dijo, muy claramente, sin paráfrasis ni elipsis ni eufemismos ni metáforas, con ese verbo suyo, que suele ser ácido y hasta brutal, que el partido blanco se lanzaba desde ese momento a recoger firmas porque las de El Firmazo eran chimbas. ¿Entonces? ¿A qué viene ahora este discurso contra el CNE y ese cacerolazo contra Carrasquero si el árbitro electoral no hizo otra cosa que acoger el criterio que ya AD había expuesto? Cualquier otro partido podía criticar al CNE, ¿pero AD? ¿AD, que utilizó para anunciar su ARDE los mismos argumentos que sirvieron al CNE para declarar inadmisible la solicitud?
Una de las cosas que fue haciendo perder credibilidad y respetabilidad a los partidos, y entre ellos a AD, fue el doble lenguaje y la doble moral. ¿Creen los adecos que conductas como ésta que comento son las más adecuadas para recuperar el antiguo esplendor?