Dos acusaciones de pedofilia contra Evo Morales marcan campaña electoral en Bolivia
La Fiscalía boliviana investiga la relación sentimental entre el expresidente Evo Morales y una muchacha de 19 años, con quien habría iniciado contactos cuando ella tenía 14 años. Una segunda demanda lo señala de haber procreado una niña con otra menor de edad en 2016. El partido MAS ha ratificado a Morales como jefe de campaña para las presidenciales del 18 de octubre próximo
La campaña presidencial en Bolivia está siendo atravesada por las acusaciones por pedofilia que han surgido en torno a Evo Morales por una relación con Noemí Meneses, una joven de 19 años, que ha admitido ante las autoridades la unión «sentimental» con el exmandatario.
El jueves 20 de agosto, el Gobierno interino de Bolivia formalizó la denuncia penal contra Morales por los supuestos delitos de estupro y trata y tráfico de personas, cuyas penas serían de seis años y de hasta 20, respectivamente según la legislación boliviana. La querella la presentó el Ministerio de Justicia, tras el escándalo que destapó el portal español OK Diario al publicar un informe de la policía de Bolivia, además de fotografías y demás detalles.
Además, este lunes 25 de agosto, el Gobierno interino dijo tener en su poder un documento oficial donde aparece una niña registrada como hija de Evo Morales, producto de una relación con otra menor de edad. “La menor existe, la madre existe y la menor tiene como padre registrado a Juan Evo Morales Ayma”, declaró el viceministro interino de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción de Bolivia, Guido Melgar.
El funcionario explicó que el Ministerio de Justicia recibió pruebas sobre una relación sentimental que habría tenido el mandatario con una adolescente, en aquel entonces de 16 años. La chica, identificada por sus iniciales N.N., tuvo la bebé en agosto de 2016. Las autoridades trasladaron la documentación a la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia en La Paz, para que investigue si hubo “violencia referida a tema sexual como es el estupro”.
El fin de semana anterior, la respuesta formal de la oficina de prensa de Morales fue que «el expresidente no opinará sobre la guerra sucia del Gobierno de facto creada con fines electorales”, según suscinto comunicado. El propio exmadatario, refugiado en Argentina luego de ser depuesto del poder, dijo el sábado 22 de agosto en contacto telefónico con la radio boliviana Kawsachun Coca que condenaba «el uso de compañeras en cuestiones políticas». Además, proclamó que esa denuncia no iba a ser la última.
El caso ya salpica a los candidatos de su partido MAS. De hecho, el abanderado de su tolda para las presidenciales de octubre es Luis Arce, quien sale retratado junto al expresidente y a Noemí Meneses en una actividad pública, según fotografía divulgada por ABC.
No sería el único intergante del círculo político de Morales que habría estado en conocimiento de la relación entre ambos, según registros telefónicos de la joven.
Por ejemplo, mensajes que recibió de Max Fernando Mendoza Parra, presidente de la Confederación Universitaria de Bolivia (CUB) y afiliado al MAS desde junio de 2018. En abril de este año, Mendoza contactó a Noemí para hablar con «el jefe», cuando ella estaba de viaje en Argentina, lo que significa que el responsable de las universidades en Bolivia sabía que existía un vínculo entre ambos. La respuesta de ella llegó tres meses después: “Buenas noches, compañero. Discúlpame, ya no estoy en Buenos Aires. Comunícate con su secretaria Lourdes”.
En redes sociales y la prensa local también ha resurgido una declaración de Morales en un evento público de 2016 cuando afirmó que al terminar su paso por la presidencia, se retiraría con su «quinceañera». Al año siguiente, la frase fue repetida por su entonces vicepresidente Álvaro García Linera al recordar que Evo se retiraría al Chapare «con su quinceañera».
El expediente contra Morales
La acusación contra Evo Morales tiene como elemento central una declaración de Noemí Meneses a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) durante un interrogatorio como testigo en la investigación contra Morales y otros funcionarios de su partido por sedición y terrorismo, en el que la joven admite haber viajado a Argentina para ver al exmandatario, reconoce que hay fotografías de ambos y comenta que «siempre mi relación ha sido sentimental desde que estoy con él, nunca he hablado de política».
La declaración incluye la admisión de que el expresidente es su novio desde el 24 de mayo de 2020, y que antes hubo una relación de amistad «con un trato diferente». Pero en manos de las autoridades está un video, que ya circula en redes sociales, en el que ella lo felicita por su quinto aniversario.
En esa deposición, la muchacha afirma que conoció a Evo Morales cuando tenía 16 años pero empezaron a “hablar fluido” cuando ella tenía 17. No obsante, en sus respuestas comenta que el primer contacto con el epresidente fue a través de sus padres en 2015, cuando no podía tener más de 15 años.
El expediente policial se construyó a partir de la detención de la muchacha junto a su hermana mayor y otra persona de su familia el 12 de julio, cuando iban en un vehículo de la gobernación de Cochabamba, que es controlada por el partido de Morales. Este vehículo, dicen las autoridades, se le había otorgado a la familia de Noemí dos años atrás. El Gobierno señala que el arresto se produjo cuando los investigadores buscaban a la hermana de la adolescente, Gladys, por haber participado de acciones «terroristas» en 2019. En el teléfono de la mujer fueron halladas fotografías de Noemí junto a Morales, que los muestra jutos compartiendo comidas, viajes, actividad en un gimnasio y hasta descansos en una cama.
Según el documento policial publicado por OK Diario, se tiene registro de llamadas y mensajes intercambiados por la muchacha con un número en Argentina, supuestamente en poder de Evo Morales.
Se ha disputado, no obstante, la precisión de las fechas, pues hay mensajes en los que Meneses comunica estar detenida en Cochabamba el 7 de julio, y no el 12.
Gladys Meneses está presa en una cárcel en La Paz. Noemí huyó de su detención domiciliaria a Argentina, con sus padres, y gracias a la ayuda supuestamente de un militar que formó parte del aparato de seguridad de Morales cuando era presidente.
El viernes 21 de agosto, Noemí Meneses envió una carta a la Defensoría del Pueblo de Bolivia, en la que pidió ayuda pues está «en una situación muy delicada psicológica y emocionalmente». En el escrito sostiene que la detención ocurrió en su propia casa y que la policía la tuvo sin comida y bajo amenaza para obligarla a afirmar que Evo Morales era su novio. «Un periodista con acento extranjero amenazó con publicar un material que le dio la policía, fotografías y conversaciones que supuestamente habrían encontrado en mi celular pero mi celular lo tiene la policía», relata en el escrito.
El Gobierno interino ha negado que se haya presionado a Noemí para que declarase lo que está contenido en el documento oficial divulgado posteriormente por el periodista John Arandia.
Procedimiento equivocado y respuesta del MAS
El diario El País publica que las acusaciones legales contra Morales también están en debate. «El abogado Luis Vásquez salió a la prensa a aclarar que la acusación por estupro (relación consentida de un adulto con un adolescente de entre 14 y 18 años) solo procede cuando la presenta la víctima o sus padres, por lo que el Gobierno está actuando erradamente», dice el medio español.
Agrega ese periódico que el abogado Gustavo Camacho Pérez considera que la denuncia presentada por el Gobierno de Áñez es poco técnica y carece de un elemento fundamental. “Con las pruebas que tienen no pueden llevar a cabo un proceso serio, por el simple hecho de que el Código Penal Procesal obliga a que haya una instancia de parte, es decir, que la víctima debe actuar positivamente en la persecución penal”, citan al especialista en El País.
Por otra parte, el Movimiento Al Socialismo ratificó al expresidente Evo Morales como jefe de campaña de cara a las elecciones nacionales del 18 de octubre, y calificó las denuncias de supuesta pedofilia como una «telenovela», que pudieran conducir a acciones legales por supuesta difamación.