Ecoanalítica: La hiperinflación en Venezuela llega a cifras en millardos
Para el equipo de Ecoanalítica las perspectivas para el próximo año lucen desalentadoras, especialmente si no hay cambios en la política económica. Afirman que aún queda por ver lo peor de la hiperinflación a la cual le queda por lo menos un año más
La hiperinflación en Venezuela va en vías de convertirse en la más dura de la región Latinoaméricana y el país pasa a ocupar ahora el puesto número 25 en el ranking de economías hiperinflacionarias en el mundo. El aumento de los precios en el último año es totalmente inédita tanto para la nación petrolera como en la región en su historia reciente.
De acuerdo a estimaciones de Ecoanalítica la tasa de inflación de algunos rubros como el de alimentos podría cerrar 2018 en 6.510.000.000% si se mantienen los actuales niveles, y el próximo año el promedio del índice nacional de precios que integra 13 grupos llegará también al millardo
Hasta octubre pasado, la inflación alcanzó 239% lo que equivale a una tasa semanal de 33,7% por lo que la anualizada finalizaría el año en 227.000.000%. En el caso de alimentos, el alza de los precios fue de 42,9% semanal, lo que equivale a una variación mensual de 347%.
«Estamos en la etapa intermedia de la hiperinflación, tenemos una crisis brutal, la peor de todas. Se ha convertido en la hiperinflación más dura que ha visto la región. El 2019 nos va a consumir en hiperinflación, calculo que el país sufrirá de dos años y un mes de este proceso», afirmó el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, durante el foro «Apostar por Venezuela. ¿Es aún posible? Perspectivas 2018-2019», organizado por la consultora.
Los cálculos reflejan que desde que el país entró en hiperinflación hace un año, los precios han aumentado 980.000%. «Imagínense ustedes lo que esto significa, tiene una consecuencia dramática en varios sectores de la economía, como es el caso de la banca. El patrimonio de la banca total es menor a la de un solo banco en República Dominicana», apuntó el director de Ecoanalítica, Pedro Palma.
Rubros como el de alimentos y bebidas no alcohólicas, salud, transporte y restaurantes y hoteles superaron ya en octubre el millón por ciento de inflación. Las proyecciones de la consultora revelan un cierre de año en 4.126.000% del índice nacional de precios si continúa el alza diaria de 5%.
Sostiene que este tipo de distorsión económica termina cuando la hiperinflación llega a un punto de quiebre, momento en el cual los gobiernos deciden reaccionar y ponerle un coto, sin embargo, resalta que «es muy difícil decir cuándo serán esos cambios».
Palma recuerda que los ingresos fiscales del gobierno «se esfumaron». La data económica revela que en el mes de agosto hubo una caída de 80% en los ingresos no petroleros en términos reales.
«El Gobierno está percibiendo cada vez menos y ante el déficit decidieron emitir liquidez y por lo tanto acude al prestamista de última instancia que es el Banco Central de Venezuela. La decisión del gobierno es caer en enormes déficits para poder seguir cumpliendo con el gasto público»
Resalta que el incremento en un año de la base monetaria del BCV es de 33.000% y el de la liquidez en 39.000%. «Es un crecimiento alarmante y tiene una consecuencia directa en la inflación y en los salarios. Gran parte del financiamiento monetario del BCV ha sido dirigido a Pdvsa».
Y la vida se encareció en dólares
Dado el mayor aumento en los precios respecto al ritmo de depreciación del tipo de cambio no oficial, el poder de compra de cada dólar ha mermado considerablemente, apuntó Palma.
«Los salarios reales se plancharon, ya que hay una dramática depreciación del bolívar. Los 1.800 de bolívares fuertes del sueldo mínimo equivale en octubre a 11 dólares. Estamos en una situación de depauperada del salario al compararlo con el resto de Latinoamérica»
De acuerdo a los cálculos de Ecoanalítica, el promedio del dólar para las importaciones del sector privado es de 189,2 bolívares cuando a comienzos de año era de 2 bolívares, mientras que para las compras externas del sector público el promedio de la divisa se coloca en 63,4 bolívares.
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El director de Ecoanalítica, Alejandro Grisanti, sostiene que las importaciones de alimentos y medicinas de Venezuela ha caído 70% y 80%, respectivamente, en los últimos cinco años, producto de la disminución de los ingresos. La escasez sumado a la recesión que vive el país ha impactado en el consumo de la población.
«Para el mes de agosto, un trabajador venezolano tiene que trabajar 930 horas para adquirir un kilo de queso. Desde el último aumento del salario mínimo hasta ahora, éste ya ha perdido 85% de su capacidad de compra «, destacó
Oliveros destacó que el gobierno enfrentará un déficit de divisas cercano a los dos tercios de los ingresos esperados, «por lo que se prevé dentro de los escenarios del próximo año, que continúe el ensayo y error en política económica mientras la hiperinflación se agudice».
Las proyecciones
Para 2019 continuará igualmente la caída de la economía que ya en 2018 cumplirá cinco años en recesión. Los cálculos de Ecoanalítica resaltan que el país finalizará este período con una disminución de 23,5% del producto interno bruto (PIB), arrastrado por la baja de la producción petrolera de 600 mil barriles diarios para culminar el año en 1,1 millones de bd.
El tipo de cambio paralelo seguirá en alza, «comprar hoy es aún negocio porque está barato», afirma Oliveros. Prevén que el dólar no oficial cierre el año en 6.905 bolívares, mientras que el dólar Dicom en 71,40 bolívares.
El panorama económico no cambiará para el próximo año, las estimaciones señalan que la inflación llegará a 1.129.783.643% mientras que el PIB se contraerá 26,2%. Según Ecoanalítica, la producción petrolera no levantará para llegar al millón de bd de meta que se propuso el Gobierno, ya que esperan una caída de 500 mil bd y colocaría a la economía venezolana del mismo tamaño que Ecuador.
«De haber un cambio en la política económica, el país podrá recuperar en 2030 la producción petrolera que tenía en 2012», apuntó Grisanti
Oliveros agregó que las sanciones a las operaciones con oro tienen un peso importante para el Gobierno, por lo que considera que «apostarán a una nueva arquitectura financiera (…) El descenso de los ingresos en divisas podría obligar al Gobierno a hacerle default a China porque sería muy difícil continuar con el pago de la deuda que se tiene con este país a través del envío de petróleo», dijo Oliveros.
Palma alertó que el fantasma del default sigue estando presente con deudas cercanas a los 6.337 millones de dólares, por lo que Grisanti apuntó que Venezuela requiere 5,1 veces sus exportaciones para cumplir con sus acreencias externas.