EEUU aumenta cupos para migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela
El presidente Joe Biden anunció, este jueves, que que ampliará un programa para aceptar a hasta 30.000 migrantes por mes provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. EEUU prohibirá la entrada al país durante cinco años para los migrantes que crucen sin permiso la frontera con México una vez se levante el Título 42
Texto: RFI / AFP
Estados Unidos (EEUU) permitirá la entrada cada mes de hasta 30.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero endurecerá las restricciones en la frontera con México, que el presidente Joe Biden visitará el domingo, informaron este jueves funcionarios estadounidenses.
«Estas medidas ampliarán y acelerarán las vías legales para una migración ordenada y tendrán nuevas consecuencias para quienes no utilicen esas vías legales», informó la Casa Blanca en un comunicado.
La cuota de migrantes se limitara a quienes tengan a un patrocinador estadounidense y aquellos que intenten entrar ilegalmente serán expulsados bajo la norma sanitaria conocida como «Título 42» y con la intervención de la policía, en coordinación con México.
El presidente Joe Biden anunció este jueves la ampliación del programa para aceptar a hasta 30.000 migrantes por mes provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, junto con un plan para expulsar a los migrantes de esos países que eludan las leyes estadounidenses.
El mandatario volvió a pedir al Congreso que apruebe nuevas leyes de inmigración, argumentando que sus poderes para abordar la crisis creciente son limitados. Argumentó que las cuestiones partidarias en torno a la política fronteriza y migratoria empañan las discusiones sobre cómo manejar la migración y los cruces en la frontera.
“Es importante retroceder y ver el panorama general”, dijo Biden, citando el deseo de los inmigrantes de buscar su propia versión del sueño americano.
Su objetivo es intentar aliviar la presión en la frontera con México, adonde llegan en grandes olas un número récord de migrantes y solicitantes de asilo para huir de la miseria y la violencia de sus respectivos países.
En octubre ya se lanzó un programa similar para 24.000 venezolanos que les permitía entrar mediante una petición formal, para la que precisaban un patrocinador, y por vía aérea.
Al mismo tiempo, el gobierno del presidente demócrata Joe Biden quiere endurecer las restricciones en la frontera para rechazar a los migrantes bajo el Título 42, que ha permitido utilizar los protocolos anticovid-19 para impedir la entrada ilegal de millones de personas.
El expresidente republicano Donald Trump activó en marzo de 2020 el Título 42, en un intento por frenar la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, los defensores de los derechos humanos y muchos miembros del Partido Demócrata de Biden estiman que Trump, abiertamente contrario a la inmigración ilegal, utilizó esta norma de emergencia sanitaria de forma abusiva.
El gobierno de Biden buscó eliminarla pero por el momento está a la espera de lo que decida la Corte Suprema.
*Lea también: Biden señaló que tiene intenciones de visitar la frontera de EEUU con México
EEUU impondrá veto
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, durante rueda de prensa este juebes, dijo que EEUU prohibirá la entrada al país durante cinco años para los migrantes que crucen sin permiso la frontera con México, una vez se haya levantado el Título 42.
“Los individuos que no pueden establecer una base válida para pedir protección bajo el nuevo estándar, serán sujetos a la deportación inmediata bajo el Título 8, que conlleva un veto de 5 años”, expresó el encargado de política migratoria.
Un tema espinoso
Los migrantes que reúnan los requisitos para la vía legal tendrán que presentar una solicitud en sus países de origen y llegar por vía aérea, una medida destinada a rebajar la presión sobre los abrumados guardias fronterizos y reducir los peligrosos viajes por tierra a través de rutas controladas por traficantes de personas.
Esto «sacará a los traficantes de personas de la ecuación», aseguró el funcionario.
La economía estadounidense depende en gran medida de la mano de obra extranjera, pero la cantidad de migrantes, muchos de ellos latinoamericanos, que a veces ponen sus vidas en peligro en su intento por llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor o para pedir asilo, ha tensado mucho el sistema.
Los sucesivos presidentes no han logrado resolver el problema. Trump llegó al poder en 2016 en gran parte gracias a un mensaje que calificaba de delincuentes, e incluso de violadores y asesinos, a quienes cruzan la frontera con México.
Una retórica incendiaria que caló en comunidades preocupadas por la delincuencia o la pérdida de empleo.
Biden, quien derrotó a Trump en 2020, prometió restaurar los valores tradicionales de Estados Unidos en la frontera, es decir brindar refugio a los solicitantes de asilo y poner fin a las duras políticas de detención para quienes la cruzan sin la documentación necesaria.
El tema fronterizo es una de las principales debilidades políticas de Biden, una piedra en su camino para la reelección si se presenta a un segundo mandato en el cargo, como hará según sus consejeros.
Su visita a El Paso se produce justo antes de que viaje a México lunes y martes para una cumbre de dirigentes de América del Norte.
Mientras esté en El Paso, Biden «abordará las operaciones de control fronterizo y se reunirá con funcionarios locales», afirmó un funcionario.
Biden «pedirá al Congreso que financie por completo nuestra solicitud de recursos récord (…) y que arregle nuestro sistema migratorio que está roto», añadió.