EEUU aprieta las tuercas a Cuba en su arremetida contra régimen de Maduro
El gobierno de Donald Trump ha dicho que tras liberar a Venezuela de la tiranía de Maduro, irá a hacer lo propio en Cuba y Nicaragua
Estados Unidos apretó esta semana las tuercas a Cuba, su archienemigo hace 60 años, con una decisión vinculada a las propiedades confiscadas por la revolución de Fidel Castro que se enmarca, según expertos, en la arremetida del gobierno de Donald Trump contra Venezuela.
De hecho, el dardo parece apuntar más lejos, contra la “troika de la tiranía”, como apoda Washington al socialismo de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
“Es probable que esto sea parte de una estrategia general de atacar a los tres países simultáneamente”, dijo a la AFP Fernando Cutz, ex asesor de asuntos latinoamericanos en temas de seguridad nacional para la Casa Blanca.
Trump anunció hace dos semanas en Miami con bombos y platillos que “los días del socialismo y el comunismo están contados” en estos tres países, todos gobernados por discípulos de Castro.
Y el lunes, luego de reiteradas amenazas de invadir Venezuela para forzar la salida del mandatario Nicolás Maduro, el Departamento de Estado anunció que en 30 días habilitará una cláusula que permitirá a los cubano-estadounidenses cuyos bienes fueron nacionalizados tras la revolución de 1959 entablar demandas contra las empresas que hoy se benefician de esas propiedades.
Ese reclamo del exilio cubano tiene más de 20 años.
En 1996, la Ley Helms Burton permitió tales demandas en su Título III, pero desde entonces los gobernantes estadounidenses postergaron su entrada en vigor cada seis meses para evitar encontronazos con sus aliados europeos con intereses en la isla.
As bajo la manga –
¿Por qué Washington saca este as guardado bajo al manga para reforzar el embargo que aplica contra la isla desde 1962?
“Al comenzar el proceso de implementación del Título III de la Ley Helms-Burton, Estados Unidos responsabiliza al régimen cubano por sus delitos, incluyendo su apoyo a la familia criminal de Maduro”, dijo el senador estadounidense Marco Rubio, descendiente de cubanos y artífice de la estrategia de Trump contra el sucesor de Hugo Chávez.
Pedro Freyre, un abogado en Miami experto en el embargo cubano, también lo ve así.
“Una de las metas del levantamiento de la prohibición es presionar a Cuba en el tema de Venezuela”, explicó a AFP.
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