EEUU evalúa su política hacia Venezuela y una posible mediación de diálogo
El caldo de cultivo para un eventual diálogo parece estar a punto al considerar que diplomáticos de Noruega han sostenido encuentros con el chavismo y la oposición, con la aparente intención de restablecer el ‘Mecanismo de Noruega’
La administración del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría prepararse para un posible cambio de políticas hacia Venezuela, en un contexto de estímulos enviados por la cúpula chavista para buscar mejorar su relación con Washington.
Dos fuentes consultadas por Associated Press, que prefirieron conservar su anonimato, aseguraron que la administración de Biden contempla la posibilidad de tomar medidas para apoyar un intento de diálogo entre Nicolás Maduro y la oposición política liderada por Juan Guaidó.
En este sentido, se tenía programada una reunión interdependencias para este lunes 26 de abril, que fue pospuesta a último minuto, con la participación de la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman. El encuentro estaba centrado en el diálogo en Venezuela y si Estados Unidos debería impulsarlo, según las fuentes de AFP.
Esta opción en el abanico de estrategias que maneja Estados Unidos sobre Venezuela, parece responder a algunas medidas tomadas por el gobierno de Maduro en las últimas semanas, como aceptar el establecimiento del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el país, una exigencia de larga data efectuada por Washington.
«Todos estos movimientos recientes apuntan a que Maduro está tratando de llamar la atención de Washington. La pregunta es si la Casa Blanca está dispuesta a comprometerse con una estrategia de negociaciones abiertas o si seguirá jugando a lo seguro y mantendrá esa política en un segundo plano», cuestionó un observador de Venezuela en la organización Washington Office on Latin America, Geoffrey Ramsey, quien no descartó la posibilidad de que se evidenciaran más gestos de buena voluntad en el futuro.
El caldo de cultivo para un eventual diálogo parece estar a punto al considerar que diplomáticos de Noruega han sostenido encuentros con el chavismo y la oposición, con la aparente intención de restablecer el ‘Mecanismo de Noruega’, un intento de negociación entre ambas facciones políticas de la cual Maduro se retiró excusándose en el recrudecimiento de las sanciones de Estados Unidos.
Si Washington decide apoyar el diálogo en Venezuela, significaría un cambio importante con respecto a la postura que mantenía el gobierno estadounidense encabezado por Donald Trump, quien sostenía una agenda mucho más frontal contra Maduro, hasta el punto de advertir que ataques militares eran una opción sobre la mesa.
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Barreras de un posible diálogo
Los funcionarios de Biden no parecen estar convencidos por la actitud de Maduro o sus intenciones de reinstaurar relaciones con Washington, como lo expresó el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, cuando asomó el deseo del chavismo de dialogar con Biden y solicitar un cese de las sanciones.
En este sentido, el secretario de Estado, Antony Blinken, dejó su posición clara sobre Maduro, al considerarlo un «dictador brutal». Ni bien se instaló el gobierno de Biden, mostraron respaldo y reconocimiento a Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Tres meses después de la toma de posesión de Biden, poco ha hecho su administración por relajar las sanciones o disminuir la presión sobre Venezuela, heredada por su antecesor Donald Trump.
Las motivaciones políticas de Biden podrían ser una piedra de tranca para acercarse a las autoridades venezolanas, debido al valor que tiene Florida en las elecciones. Trump consiguió una victoria cómoda en el estado, en parte gracias a su férrea política contra el chavismo, apoyada por inmigrantes cubanos y venezolanos que huyeron de sus gobiernos autoritarios.
Con una Cámara de Representantes muy pareja, en la cual los demócratas apenas tienen una ventaja de seis escaños, un relajamiento de la política hacia Venezuela podría comprometer las posibilidades del partido demócrata en las elecciones parlamentarias.