EEUU mantiene decreto de emergencia que considera a Venezuela como una amenaza
La declaración de una «emergencia nacional» es una herramienta con la que cuenta el presidente de EEUU para aplicar sanciones contra un país bajo determinadas circunstancias. Le permite ir más allá de lo aprobado por el Congreso
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prorrogó el lunes 1° de marzo el decreto que califica a la administración de Nicolás Maduro como una «amenaza inusual y extraordinaria» para la seguridad estadounidense.
«La situación en Venezuela continúa representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos. Por tal motivo, he determinado que es necesario continuar con la emergencia nacional declarada en el Decreto Ejecutivo 13.692 respecto de la situación en Venezuela», dice el mensaje enviado por la Casa Blanca al Congreso de EEUU.
Se trata del decreto que fue emitido inicialmente por Barack Obama en 2015. La declaración de una «emergencia nacional» es una herramienta con la que cuenta el presidente de EEUU para aplicar sanciones contra un país bajo determinadas circunstancias. Le permite ir más allá de lo aprobado por el Congreso.
Esto dio paso a la posterior imposición de sanciones indivuales y colectivas contra funcionarios de la administración Maduro por su vinculación en la violación de derechos humanos de la población y el socavamiento de la democracia.
La resolución del presidente Biden establece que «la emergencia nacional declarada en el Decreto Ejecutivo 13.692 del 8 de marzo de 2015, con respecto a la situación en Venezuela, continuará vigente más allá del 8 de marzo de 2023».
La administración Maduro se ha quejado en múltiples oportunidades que las sanciones, tanto individuales como económicas, impuestas por Estados Unidos han llevado a una crisis económica en el país, que depende principalmente de la venta de petróleo como fuente de ingresos.
El Gobierno de Biden ha insistido en que considerarán un levantamiento de estas medidas siempre y cuando Maduro acepte compromisos reales en el proceso de negociación con la oposición que se realiza en México y que, hasta la fecha, se mantiene paralizado por la falta de implementación del acuerdo social, que implica el uso de 3.200 millones de dólares congelados en bancos internacionales, firmado el último trimestre del año pasado.