EEUU reclamaba a Hugo Carvajal por «motivaciones políticas», según la justicia española
EEUU reclamaba a Hugo Carvajal por «motivaciones políticas», concluye justicia española. Este fue el principal argumento esgrimido por la defensa del exgeneral chavista
La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de España, que se negó a entregar a EEUU al ex jefe de Inteligencia militar Hugo «el Pollo» Carvajal, argumenta en su resolución que si bien la orden de extradición se basaba en cargos por narcotráfico, «cabría entender» que subyacía «una motivación política», refiere La Vanguardia.
Este de hecho fue el principal argumento de la defensa de Carvajal en la vista celebrada el pasado 9 de septiembre en la que se opuso a ser entregado a EEUU.
Lea también: De cómo Prieto y sus muchachos sembraron el terror en el Zulia
EEUU reclamaba a Hugo Carvajal por motivaciones políticas
Su abogada argumentó que la justicia estadounidense no estaba persiguiendo a un delincuente, sino a una persona con información sobre el régimen chavista que les vendría bien para derrocar a Maduro. Definió el proceso como «una artimaña inteligente».
La Sala dio a conocer este lunes el resultado de su deliberación al respecto, rechazando la entrega y ordenando la puesta en libertad del general, que llevaba desde su detención el pasado mes de abril en Madrid, en situación de prisión preventiva. En un auto firmado este martes y contra el que cabe recurso, exponen las razones de esa decisión y entre ellas figura ese posible interés político.
Un delito militar
«Cabría entender que la reclamación se fundamenta en una motivación política al demandarse la entrega de Hugo Armando Carvajal por su condición de exdirector de los servicios de inteligencia militar durante las presidencias de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, dentro de la estrategia política estadounidense respecto de Venezuela», expone.
Rechaza además la extradición por otros dos motivos fundamentales: La falta de concreción de los hechos que se le imputan y el hecho de que los habría cometido en el marco de su desempeño como general y por tanto, serían delitos militares, lo que conlleva obligatoriamente la denegación de la entrega.
«La conducta que las autoridades norteamericanas imputan a Hugo Armando Carvajal se refieren ‘indudablemente al ejercicio del servicio de inteligencia militar del que fue subdirector y director dentro de la estrategia dirigida desde la Presidencia de la República para en coordinación con las FARC, atacar intereses de los EEUU mediante el transporte hacia allí de grandes cantidades de cocaína proveyendo de armas a las FARC como pago de la sustancia o facilitando a los guerrilleros protección», explica el auto.
Para la Sala, «independientemente de lo repudiable que fuera la actividad de esos altos funcionarios en su estrategia de Estado contra los Estados Unidos», el haber protegido a miembros de las FARC o haberles entregado armas «no se puede desligar de la misión que Hugo Armando Carvajal como militar y director del servicio de inteligencia llevaba a cabo bajo las órdenes y directrices».
Respecto a los cargos, el tribunal entiende que más allá de «la afirmación» de que Carvajal y otros altos funcionarios estaban en esta estrategia del Estado, las autoridades estadounidenses «no precisan qué actos concretos de carácter delictivo» llevó a cabo el ex general, como tampoco concreta las fechas, en una «descripción de hechos huérfana de determinación tanto local como temporalmente».
Una cárcel «muy humanista»
Mientras tanto, el lunes en la tarde (hora de España) Carvajal salió de la cárcel de Estremera (Madrid) donde permanecía recluido, destaca Al Navio.
«El Pollo» declaró que confiaba en la justicia española y mostró su voluntad de regresar algún día a Venezuela. “He aprendido mucho en la cárcel. Es una cárcel muy humanista. Ojalá en Venezuela hubiese cárceles como esta”.
Carvajal se tendrá que presentar cada 15 días ante la Audiencia Nacional mientras la decisión no sea ratificada por el gobierno español.
Los abogados de Carvajal explicaron ante el juez que había una falta de concreción en la denuncia que sustentaba la extradición. “No hay fechas concretas ni delitos concretos de los que se pueda defender”, explicó su abogada Dolores de Argüelles.