El 26 de mayo será la primera vuelta de elecciones rectorales en la UCV
El Consejo Universitario de la UCV aprobó el reglamento y el cronograma en el cual se establece que las elecciones para renovar autoridades se hará en dos vueltas -de ser necesario- y están previstas para el 26 de mayo y luego un mes después, el 23 de junio, para definir quiénes serán electos en los cargos para el rectorado, vicerrectorado académico, vicerrectorado administrativo y secretaría, además de los decanatos y representantes profesorales ante el Consejo Universitario, consejos de facultad y consejos de escuela
Después de casi 12 años, se destranca la rosca que ha mantenido en un limbo jurídico la realización de elecciones para la renovación de los cuatro cargos de autoridades rectorales en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Tanto el reglamento como el cronograma propuesto por la Comisión electoral fueron definidos y con fecha: el 26 de mayo será la primera vuelta para las votaciones de los postulados y, de ser necesario, el 23 de junio se definirá en segunda vuelta quienes ocuparán los cargos para el rectorado, vicerrectorado académico, vicerrectorado administrativo y secretaría, además de los decanatos y representantes profesorales ante el Consejo Universitario, consejos de facultad y consejos de escuela en esta casa de estudios.
El reglamento que tiene carácter transitorio -cesará apenas culmine este proceso electoral- fue aprobado por el Consejo Universitario y cuenta con «un consenso tanto interno como externo, ha sido bien discutido entre diversos sectores y aunque esto no garantiza plenamente que esté totalmente protegido de impugnaciones, se puede decir que ha contado con la suficiente sensatez para que las elecciones puedan llevarse a cabo», aseguró el secretario de la UCV, Amalio Belmonte, quien además anunció su candidatura para rector.
La «sensatez» a la cual hace referencia Belmonte es sobre el tema que ha sido la piedra de tranca desde la promulgación de la Ley Orgánica de Educación: establecer la obligatoriedad de que la votación sea 1×1, es decir una proporción igualitaria para profesores, estudiantes, empleados y obreros.
Las autoridades de la UCV y del resto de las universidades autónomas (ULA, UDO, UC), que tienen sentencias del Tribunal Supremo de Justicia desde el año 2011 para impedir la votación hasta que no se ajusten los reglamentos a estas condiciones, han visto cómo esta medida ha estancado por más de una década a quienes ocupan cargos que fueron concebidos para permanecer por un máximo de cuatro años.
En la UCV, por ejemplo, solo dos de las cuatro autoridades permanecen en sus cargos: la rectora Cecilia García-Arocha y el secretario Amalio Belmonte, quien también ocupa el cargo de vicerrector administrativo encargado, luego de la renuncia del profesor Bernardo Méndez, en enero de 2020. En julio de 2022 falleció el vicerrector académico Bernardo Bianco, quien se convertía en la quinta autoridad de las universidades autónomas que moría en el ejercicio de sus funciones: el rector de la Universidad Simón Bolívar (USB) Enrique Planchart en 2021; el rector de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) Francesco Leone en 2017; la vicerrectora administrativa de la Universidad del Zulia (LUZ), María Guadalupe Núñez en junio de 2016; y en diciembre de 2015 falleció el secretario de la Universidad de Oriente, Juan Bolaños Curvelo.
La espera de una renovación ha derivado en un desgaste sostenido que se convirtió en política de Estado: controlar y disminuir a las universidades a través de renuncias e incluso, debido al fallecimiento de varias autoridades, usar la figura de la vacante absoluta para hacer sustituciones inconsultas y a dedo por parte del Consejo Nacional de Universidades.
Elecciones, polémica y el 1×1
El argumento esgrimido por las universidades es que una proporción igualitaria no tiene sentido en una elección de estas características: «si es así, entonces los egresados decidirían las autoridades porque son más de 70 mil personas, pero no son quienes hacen vida en la universidad», explica una fuente que formó parte de las comisiones electorales.
La polémica se reactivó en 2019 con la sentencia No. 324, de fecha 27 de agosto, en la cual el TSJ ordenó la realización de elecciones de autoridades rectorales en la UCV dentro de un plazo de seis meses, y en ese entonces decidió suspender «cautelarmente» los artículos 31, 32 y 65 de la Ley de Universidades.
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Los artículos 31 y 32 de la ley establecen los procedimientos y el quórum requerido para la elección de los cargos de rector, vicerrectores y secretario; mientras que el artículo 65 refiere el sistema para la elección de decanos que «serán elegidos por la Asamblea de la respectiva Facultad y declararán tres años en sus funciones».
Tres años después de esa sentencia fue que surgió humo blanco con la aprobación de este reglamento transitorio. Los 13 artículos que conforman el reglamento establecen entre otras cosas que «la igualdad de condiciones se entiende aplicada a la relación entre cada sector electoral que conforman la comunidad universitaria».
Por lo tanto la proporción de voto quedará de la siguiente manera: los profesores mantendrán 100% de la ponderación, es decir que un profesor equivale a un voto; los estudiantes tendrán 25% de la ponderación, lo que se traduce en que la participación de cuatro estudiantes equivale a un voto; el personal administrativo tendrá 10% al igual que el personal obrero otro 10%, esto significa que cada 10 trabajadores representará un voto; finalmente los egresados tendrán una ponderación de 5%, lo que representa un voto por cada 20 personas.
A partir del 24 de febrero iniciará la convocatoria oficial para las postulaciones y si todo marcha bien, sin obstáculos, impugnaciones y otros impedimentos judiciales, todo el proceso verá su culminación cuando el 7 de julio se proclame a quienes fueron electos en los cuatro cargos principales, que serán juramentados entre el 10 y el 14 de julio de 2023, justo cuando la actual rectora Cecilia García-Arocha cumple once años en espera de entregar el cargo que ocupa desde mayo de 2008, 15 años después de llegar al rectorado.