El 5 es la cosa, por Teodoro Petkoff

La rápida respuesta de la Coordinadora Democrática, a través de su vocero, Enrique Mendoza, convocando una nueva jornada de recolección de firmas para el 5 de octubre próximo, revela que en esa instancia de dirección estaban preparados para una decisión como la que tomó el CNE. No podía ser de otra manera porque la controversia suscitada en el propio campo opositor a propósito de la validez del Firmazo alimentaba la plausibilidad de la declaratoria de inadmisibilidad que finalmente se produjo. Y hay que estar claros: el CNE no cometió ninguna barbaridad ni arbitrariedad jurídica. Se puede comprender la decepción que embarga a algunos sectores del mundo que adversa a Chávez, pero la lección que debe extraerse de este episodio es la de la inconveniencia de crear ilusiones y expectativas irreales, que son las que luego llevan a la frustración.
Lo que ocurrió es lo mejor que pudo haber pasado porque en caso de una improbable admisión de la solicitud por parte del CNE nos esperaba una inmediata apelación del gobierno ante la Sala Electoral del TSJ, lo cual habría implicado una nueva y relativamente larga pérdida de tiempo, antes de que esa Sala hubiera decidido, muy probablemente, en el mismo sentido en que lo acaba de hacer el CNE. La resolución de éste ha ahorrado este round. Sin embargo –y la CD debe decirlo claramente a sus partidarios–, para no generar nuevas expectativas sin sustento en la realidad, se perdieron, a nuestro juicio innecesariamente, los días suficientes como para que la celebración del RR ya no pueda ser este mismo año porque los plazos legales para ello ya no lo permiten.
Por su parte, los voceros del que sería el de la supuesta imposibilidad de una nueva recolección de firmas porque según y que el artículo 72 de la Constitución establece que en un mismo periodo no se puede hacer más de una solicitud de revocatorio. Este alegato no tiene ningún asidero. No sólo el sentido común lo rechaza, sino que existe una sentencia de la Sala Constitucional, de junio de 2002 caso William Dávila y Sergio Omar Calderón, por la cual el punto fue perfectamente esclarecido. La SC dejó claro que el texto del artículo 72 alude a la imposibilidad de celebrar más de un revocatorio en un período. Es decir, una vez celebrado un RR, si el mandatario cuya revocatoria se solicita lo gana y sigue en el mando, no hay posibilidad de solicitar otro referendo en el mismo sentido.
Pero se cae de maduro que, si una solicitud es rechazada por defectos en su forma, los solicitantes tienen todo el derecho a reparar esas deficiencias y hacer una nueva, y así lo declaró la Sala Constitucional.
Por otra parte, al haber considerado “inadmisible” la solicitud, en decisión que el vice Rangel consideró “impecable”, para todo efecto práctico, aquella ni siquiera existe. O sea, no hay duda de que se puede hacer otra. Sin embargo, nada de extraño tendría que el oficialismo haga este planteamiento ante el CNE pero, en este caso, el organismo debe despejar rápidamente toda duda al respecto declarando la legalidad y legitimidad de una nueva solicitud de RR.