El acceso a dólares ha salvado las ventas del sector de electrodomésticos
Oswaldo Malpica, director de mercadeo y comunicaciones de Frigilux, sostiene que la “nueva realidad económica” generada por una “flexibilización de los procesos económicos”, ha permitido que “la gente tenga acceso a otras monedas, bien sea por remesas o por su actividad comercial o profesional”. Según Ecoanalítica, 94,7% de los electrodomésticos se pagan en divisas
En la peor crisis económica que ha atravesado el país, con seis años de contracción de casi un 60% del producto interno bruto (PIB) y una hiperinflación de 4.580% en los primeros nueve meses del año, Frigilux, la ensambladora de electrodomésticos más grande de Venezuela, no solo se ha mantenido activa, también lanzó recientemente una nueva “línea menor de alta gama”, para “satisfacer al consumidor más exigente”, y está en proceso de construcción de su tercer galpón para generar una nueva línea de negocio relacionada con productos profesionales, principalmente equipos médicos.
La corporación, una de las 250.000 empresas privadas que aún siguen abiertas de las 620.000 que había en 1998, presentó en octubre pasado sus nuevos productos que incluye hasta una parrillera que reconoce los términos de la carne que la persona le ordene, avisando cuando está lista. Con los nuevos electrodomésticos, la marca afianza su presencia en un mercado cada vez más mermado y menos competitivo por la desaparición de productos fabricados por multinacionales como Mabe y por otras empresas locales que no han corrido la misma suerte que Frigilux.
“Hay muchas marcas y empresas que han dejado el nicho. Mabe tiene una presencia muy tímida, pero definitivamente dejamos de ver marcas importadas. Ante esa circunstancia nosotros tenemos que tener la responsabilidad de cumplir con las necesidades de un mercado que sigue levantándose todas las mañanas, que sigue cocinando y teniendo una vida de alguna forma normal”, afirmó Oswaldo Malpica, director de mercadeo y comunicaciones de Frigilux, marca que este 2019 cumplió 53 años en el país y que durante la crisis, gestada en los últimos 20 años de chavismo, ha sobrevivido gracias a que se ha adaptado a los cambios.
“Lo que hemos hecho es, antes de actuar, entender qué es lo que está sucediendo en el mercado, cómo se transformó, cuál es el nuevo nicho, cuáles son esas nuevas necesidades, cómo está funcionando ese mercado en función de las cosas que nosotros producimos o podemos producir. Entonces, hemos tenido que hacer movimientos estratégicos que de alguna manera suplan necesidades de ese nuevo mercado”, explicó.
Sin duda alguna ha habido una contracción del mercado, pero eso no implica una desaparición del mismo, aseguró Malpica. Una parte de la población aún mantiene un poder adquisitivo suficiente para comprar productos que para muchos no son una prioridad. Son personas que incluso también tienen capacidad de ahorro, sea en la moneda que sea. “Aquí la gente se hace de recursos para tener acceso a esos bienes, y eso se refleja cuando hay una oferta que no veíamos desde 2014, cuando la gente hacía fila y amanecía en establecimientos para comprar electrodomésticos”.
Malpica señaló que la “nueva realidad económica” generada por una “flexibilización de los procesos económicos” ha permitido que “la gente tenga acceso a otras monedas, bien sea por remesas o por su actividad comercial o profesional”, una realidad que no solo ha salvado las ventas de ensambladoras de electrodomésticos sino también de otros sectores como el de alimentos y ropa y calzado.
“El sector de electrodomésticos, que son productos muy apetecibles, que reflejan un poco estatus y calidad de vida, se ha visto muy beneficiado de que las personas tengan acceso a divisas no solo por remesas sino porque también ha habido un sinceramiento por parte de muchas empresas que están pagando salarios o bonificaciones en divisas, y no necesariamente americanas también europeas”, dijo Malpica.
Un estudio realizado en octubre por Ecoanalítica, que evaluó 12.600 transacciones en 136 establecimientos comerciales de siete ciudades del país (Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, Lecherías, Maracay, Puerto Ordaz y Caracas), arrojó que 53,8% de las transacciones se pagaron en dólares. Maracaibo ocupa el primer lugar entre las ciudades más dolarizadas de facto, con 86% de transacciones en dólares. Caracas llega a 48,5%.
El análisis señala que el rubro en el cual se realizan mayores pagos en dólares es el de electrodomésticos, con 94,7% del total. El promedio de pagos es de $241. El porcentaje aumentó en comparación con la cifra dada por Ecoanalítica en junio, cuando informó que en ese entonces se pagaban en la moneda estadounidense 84% de los electrodomésticos.
Por otro lado, “el movimiento social implica también movimiento en la oferta de productos”, indicó Malpica.
“Es natural que algunas líneas desaparezcan y otras aparezcan en ese proceso, atender un mercado que demanda otra clase de productos, sin desamparar del todo el que estaba acostumbrado a nuestras líneas que ya casi no están. Por ejemplo, si producíamos una nevera de 11 pies con acabado esmaltado, hoy no lo hacemos porque la capacidad de compra de quien tenía acceso a ese producto ya no lo demanda. Entonces ensamblamos una nevera de 14 pies (un poquito más grande) y le damos algunas características con acabado distinto”.
Crecer pese a todo
Que Frigilux esté expandiendo su marca no significa que escapa de la compleja realidad del país. Los problemas que enfrentan “no son distintos a los que cualquier empresa haya podido sufrir” en los últimos años. Según Conindustria, tres de los principales factores que afectan la fabricación de productos en el país son la precariedad de los servicios básicos (electricidad, agua, teléfono e Internet) y la falta tanto de financiamiento como de divisas.
Más de la mitad de los electrodomésticos Frigilux que se consiguen en el mercado son importados. El director de mercadeo y comunicaciones de la marca especifica que 40% de los productos son hechos en Venezuela, cuando en 2012, un año antes de que la economía entrara en recesión coincidiendo con la llegada de Nicolás Maduro a la Presidencia, el número era más alto: 60%. Lo que significa que en siete años la oferta de productos Frigilux ensamblados en el país se ha reducido 20 puntos porcentuales.
“Antes en Venezuela se ensamblaban prácticamente casi todas nuestras líneas”, añadió Malpica.