El acoso del Estado venezolano contra Roberto Deniz, por Gregorio Salazar
Twitter: @goyosalazar
Harto conocido es que las autocracias tienen un amplio repertorio de mecanismos y herramientas que accionan de manera “refinada” o brutal según sea el caso, pero siempre destinada a conseguir sus objetivos de dominación y perpetuación.
Es toda una perversa red la que gradualmente va estrangulando la autonomía de los poderes, envileciendo la justicia y creando el terreno más abonado y propicio para la corrupción, siendo la mayor de ellas el desconocimiento de la Constitución nacional.
Saben además los que mueven esos resortes que el mayor costo político se produce cuando tras develado el abuso de poder surge el escándalo y las voces de protestas. A veces, lamentablemente, ni eso. Entonces entran en juego la impunidad y la necesidad de aplastar a las voces que dejan a la vista de todos sus miserias.
Quienes laboran en Armandol.Info, medio nativo digital fundado en 2017, saben muy bien de esto último. Han escudriñado con rigurosidad y perseverancia las mafiosas entrañas mercantilistas del régimen venezolano y fue uno de sus periodistas, Roberto Deniz, quien realizó los reportajes sobre Alex Saab, el empresario colombiano que se constituyó en el gran artífice de los negociados del Estado venezolano.
Saab, recibe una orden de captura internacional en junio del 2020 y a partir de allí el gobierno venezolano reconoce todo lo que había negado sobre su relación con el colombiano. En 2017 Saab demanda por difamación e injuria continuada y agravada a Deniz y a los tres editores, Ewald Scharfenberg, Joseph Poliszuk y Alfredo Meza.
Desde un principio quedó claro que esas demandas eran un intento por silenciar al medio y para que los periodistas no continuaran con la investigación. No había fundamento jurídico. Los involucrados se habían negado a declarar o a dar su versión, de manera que no se trataba siquiera de exigir un derecho a réplica.
La urdimbre legal creada en estos años apunta a criminalizar el ejercicio del periodismo. Desde la Ley Resorte y la de Telecomunicaciones hasta aterrizar en la nefasta Ley Contra el Odio, que convirtió los llamados delitos de opinión en crímenes con penas de hasta seis años de prisión.
Los acusados por esos presuntos delitos saben que no tienen opción frente a una persecución orquestada desde el poder. Ante un sistema judicial sumiso y también corrompido es muy poco lo que pueden hacer los abogados, como no sea dilatar las sentencias condenatorias.
A comienzo de 2018 ya estaba lista una medida cautelar que les impediría a los cuatro periodistas de Armando.Info salir del país, que se pusieron a resguardo en el exterior, mientras en Venezuela proseguía la persecución judicial. Se materializó la medida cautelar y Conatel hizo su parte lanzando una “exhortación” para que el nombre de Alex Saab no fuera utilizado más en el medio digital. Censura, silencio es la orden.
La investigación periodística de Armando.Info no se detuvo en el exilio y esa labor condujo a nuevos hallazgos. Pocos secretos quedan ya sobre la corrupta y milmillonaria connivencia entre Saab, hoy en una cárcel de los Estados Unidos, y el régimen venezolano.
Los mayores ataques se han concentrado en Roberto Deniz, a pesar de que él y sus padres tienen una medida cautelar dictada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En octubre de año pasado, un día antes de que se concretara la extradición de Saab a los Estados Unidos, a Deniz se le abre una nueva investigación por el supuesto delito de instigación al odio y se allana las casas de sus padres.
En paralelo se ha desatado una campaña desorbitada, despiadada y en forma cotidiana contra Deniz, tildado de lo que se le antoje y desfachatadamente a funcionarios públicos y al personal que labora en toda la red de medios del Estado, meros órganos de propaganda del régimen.
Armando.Info, hoy bloqueado en Venezuela, afirman sus editores, mantiene su compromiso de seguir ejerciendo el periodismo de investigación e informando sobre los casos de corrupción en Venezuela. No hay otra alternativa, sostienen, para enfrentar la censura, si lo que se quiere es que el periodismo sea útil a la opinión pública y en función del interés colectivo de toda la sociedad.
El testimonio personal de Roberto Deniz es posible verlo en YouTube, accediendo al foro: Libertad de Expresión en Venezuela. Estado de situación y líneas de acción”, convocado por Espacio Libre y el Centro de Derechos Humanos de la UCAB.