El carcelero
No olvidemos que cuando su hijo lo increpó públicamente, por primera vez, él en aquel momento defensor, llamó al programa del capitán y afirmó que no los iba a decepcionar
Los abogados dicen que a confesión de partes, relevo de pruebas. Tarek William Saab es abogado y hace muy pocos días declaró en televisión que no estaba interesado en ser fiscal general de la República porque sería convertirse en un carcelero. En pocos días su ya devaluada palabra ha perdido el poco valor que le quedaba. William Saab va a pasar a la historia como uno más de la legión de personajes que se traicionaron a sí mismos. Ya demostró, en su breve paso por la Defensoría del Pueblo, que está dispuesto a hacerlo.
No olvidemos que cuando su hijo lo increpó públicamente, por primera vez, él en aquel momento defensor, llamó al programa del capitán y afirmó que no los iba a decepcionar.
Desde la Defensoría hizo todo lo posible para justificar la represión gubernamental de los últimos meses.
Cuando las hubo, fueron muy tibias sus críticas a la gestión oficial. Hacia los militares mantuvo un «respeto» digno de mejor causa. No se atrevió a cuestionar ninguna de sus actuaciones y para remate justificó los juicios militares a civiles.
Ahora como fiscal será el encargado de encarcelar a quien el gobierno de Maduro ordene. Lo hará con mucha diligencia. Él presenta su currículo como defensor de los derechos humanos como un gran aval, nosotros estamos convencidos que dicha trayectoria fue una mampara para su militancia política y ahora, cuando tuvo que decidir entre ambas condiciones, se decantó por su militancia partidista. Desde la Fiscalía cumplirá todas las órdenes que emanen de Miraflores y del capitán.
Perseguirá a quien tenga que perseguir y meterá en prisión a quien el Gobierno o la «revolución» requieran.
Las pruebas, la verdad, la justicia no las observará.
No le temblará el pulso para hacerlo. Se convertirá en un carcelero y lo hará con entusiasmo y fervor.
Lamentable fin para alguien que un día tocó las puertas de los periódicos para presentarse como defensor de los derechos humanos.
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