Ni la prometida recompensa motivó a votar por Nicolás Maduro
Con base en los datos del propio gobierno, más de 12 millones de poseedores del carnet de la patria no sufragaron por Maduro, pese a que ello podía significar no recibir la recompensa ofrecida a quienes votaran a favor de su reelección
En las elecciones presidenciales del 20 de mayo, el carnet de la patria no logró conseguir el protagonismo y la fuerza que el Gobierno pregonaba. Por el contrario, la abstención sí se llevó las miradas en una jornada acompañada por la desolación desde tempranas horas de la mañana hasta el cierre de los centros electorales.
Según el gobierno, los registrados en el carnet de la patria superan los 15 millones de personas. De ese total hay un número importante no apto para sufragar por ser menores de edad, y aunque no se tienen datos exactos sobre ese número, son cuando menos 50% de los 4,8 millones de personas con edades entre 15 y 35 años registrados.
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Con base en esos datos se tiene una primera conclusión: que más de 12 millones de poseedores del patriótico carnet no dieron su voto a Maduro, a pesar de las promesas de otorgar algún incentivo a quienes pulsaran en el tarjetón electrónico cualquiera de la opciones que apoyaban la reelección del actual presidente.
En los comicios del 20 de mayo la caída de la participación electoral fue del 34%, si se compara con las elecciones presidenciales de 2013 donde la asistencia fue de 80%. Esta vez solo un 46% del padrón electoral acudió a las urnas, según los datos ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Maduro resultó reelecto con 6.248.864 de votos, lo que equivale a 1.338.715 sufragios menos si se compara con los comicios celebrados en 2013, cuando sucedió al fallecido Hugo Chávez y se enfrentó con el líder opositor Henrique Capriles.
Desde que se inició la campaña electoral, Maduro prometió «recompensar» a los electores que acudieran a votar con el carnet de la patria, situación que fue admitida por la misma presidenta del CNE, Tibisay Lucena. “No se va a realizar pago de bono ni incentivo monetario en los puntos”, se vio forzada a aclarar la rectora ante las serias acusaciones al respecto.
De hecho, se sabe que no fueron pocos quienes acudieron a registrar su carnet de la patria para dejar constancia de un voto que no emitieron, con la esperanza de recibir un bono que ascendería a 10 millones de bolívares, según los rumores que corrieron dos días antes de la jornada comicial; monto que el mismo 20 de mayo había descendido bruscamente a entre 5 y 1,5 millones, de acuerdo siempre con rumores generalizados y supuestos mensajes de texto enviados a teléfonos celulares; mensajes que parecen formar parte de un mito urbano pues ninguno de los consultados por TalCual para este reportaje pudo mostrar el texto en cuestión.
Por si acaso
Carmen Reyes, simpatizante del oficialismo y coordinadora de la UBCH en la Parroquia 23 de Enero, contó en entrevista a TalCual que el elector debía pasar a votar por el centro que le correspondía y luego escanear el carnet de la patria por “el punto tricolor”, lo que era válido solo para quienes estuvieran registrados previamente pues aseguró que con antelación hubo varias jornadas de carnetización.
Sobre el supuesto bono de 10 millones de bolívares que otorgaría el gobierno si le “daban su voto”, explicó que no tenía seguridad, sin embargo, dijo: “sí esperamos que ocurra, porque si lo dijo nuestro presidente Nicolás Maduro eso es un hecho”
Carmen González (nombre ficticio a petición de la fuente) trabaja en un ministerio. Relata que ese día “votó normal” y que no escaneó el carnet de la patria en el punto rojo sino en el consejo comunal cercano a su residencia. Señala que lo hizo motivado a que trabaja para ente público. “En cualquier momento me iban a pedir que contestara si había votado y ellos reciben la respuesta por parte del consejo comunal con el mensaje que ellos le mandan”, dijo.
“No recibí un incentivo por parte del Gobierno, ni tampoco pensé que fuesen a darlo, lo hice porque trabajo para un ministerio y era importante enviarles a ellos la respuesta, sin embargo, ellos están conscientes que no todo el que escaneó el carnet votó por el Gobierno”, agrega González.
Desde Pampatar, Nueva Esparta, un militante chavista que prefirió el anonimato, señaló que cinco miembros del su familia no votaron el domingo 20 de mayo, pese a lo cual sí escanearon el carnet de la patria con la esperanza de conseguir uno de los posibles bonos, cosa que no sucedió.
Un conductor de autobuses habitante de San Martín, que también pidió mantener su nombre bajo anonimato, contó que acudió a sufragar y por primera vez escaneó el carnet de la patria en el consejo comunal, también con la esperanza de obtener algunos de los premios prometidos.
Al suegro de mi hermana le llegó un mensaje donde lo felicitaban por haber votado aunque él no votó», comenta Ana,
«No estoy contando con el bono para sobrevivir sino con lo que me pueden mandar mis hijos desde el exterior. Y si nos quitan las cajas Clap la verdad tampoco afectará mucho porque cada vez es menos lo que entregan», señaló desde Maturín, Monagas, María Martínez, una jubilada que afirma que a pesar de trabajar en dependencias oficiales, los dos familiares inmediatos que aun le quedan en el país se negaron a votar y a escanear el carnet.
Y faltó quien se viera confundido por mensajes recibidos en sus teléfonos celulares que nada tenían que ver con bonos y dádivas. «Al suegro de mi hermana le llegó un mensaje donde lo felicitaban por haber votado aunque él no votó», comenta Ana, empleada doméstica que ensaña el texto en cuestión pero se niega a compartirlo por temor a represalias contra su familiar.
Lo cierto es que bajo el amparo de lo dicho por la flamante presidenta del CNE o por estrictas razones financieras, ninguno de los varios votantes consultados para este reportaje recibió bono alguno, muchos de los cuales no sufragaron pero sí registraron su carnet con la esperanza de recibir el recompensa prometida, una ilusión que embargó especialmente al 34% de los carnetizados que dice tener un ingreso inferior al salario mínimo, de acuerdo a los registros del gobierno.
Maduro aspiraba llegar a unos diez millones de votos, una meta casi suicida, dado a que el mandatario solo goza de alrededor de 24% del apoyo popular, según las principales encuestadoras del país, a diferencia del fallecido Hugo Chávez, que a cinco años de haber muerto todavía cuenta con un 40% de popularidad.
Pese a que el chavismo se ha adjudicado los resultados como una victoria, por cualquier lado las cuentas no le dan la ventaja que habría deseado ostentar. Las disonancias entre los patriotas carnetizados y los votos contabilizados marcan la gran diferencia.