El cierre de centros y la verificación ciudadana se retrasó y restringió en Petare
En Petare se limitó la entrada de personas para la verificación ciudadana en centros como el Instituto San Lucas y el Niño Jesús de Escuque, donde se registraron además problemas en la transmisión de datos. En José Félix Ribas coreaban «Y va a caer, y va a caer» mientras esperaban los resultados de las actas
«Me quedo porque quiero ser testigo del cambio para mi país». Ese era el deseo de Nikary Serrano, de 45 años, que esperaba pasadas las 7:00 p.m a la salida del Instituto San Lucas, en El Llanito, para ser testigo del proceso de verificación de actas. En varios centros de Petare, uno de los barrios más populosos del país, el proceso de revisión ciudadana se retrasó y restringió por las fallas en la transmisión de datos y las imposiciones de los coordinadores de centro.
«Yo quiero un cambio para mi país», insistió Serrano, acompañada de varios miembros de su familia: su esposo, hijo, hermana y sobrinos. Era la primera vez que participaba en un proceso de verificación ciudadana y recibió, al igual que otras personas en la espera, cornetazos y gritos de apoyo.
A los testigos del Instituto San Lucas les pidieron organizarse en grupos de tres personas para poder observar el proceso. «Nosotros nos pusimos de acuerdo y creímos que iba a ser conjunta, pero están pasando mesa por mesa», explicó Serrano.
Unos metros más abajo, en el colegio Dr. José de Jesús Arocha, uno de los centros más grandes de Petare, Eduardo Salgado esperaba para ingresar al centro como testigo del partido Gente. «El proceso se desarrolló de manera armónica, bastante ágil, no ha habido problemas y esperamos que así culmine con el acto de escrutinio».
En ese centro el cierre se hizo de forma rápida a las 6:30 p.m. Alentados por el coordinador, cada presidente de mesa apenas se asomó y preguntó si había electores en cola. Un equipo de Telesur registraba la charada para cerrar el centro.
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Mientras que en la biblioteca municipal Misia Jacinta a Noemí Ricaurte no la dejaron votar. Llegó al pleno centro de Petare pasadas las 6:50 p.m, apurada y con vestigios de agua en sus cabellos. «Apenas me desocupé fue que vine, la muchacha que me iba a cuidar mis hijos llegó ahorita y me vine corriendo. Deberían permitir que uno votara, habían dicho que el horario era hasta las 7 de la noche, no hasta las 6», reclamó.
«Tengo 21 años y es la primera vez que no puedo votar. ¿Cómo uno ejerce su derecho?», insistió. El centro cerró minutos antes de que llegase Noemí.
En el colegio Niño Jesús de Escuque, un grupo de 30 votantes también esperaba que la coordinadora del centro diera la cara para explicar los retrasos en el proceso de verificación. Una vecina comentó que «si ellos piensan que solo van a dejar pasar a tres personas, están bien equivocados. Aquí van a pasar todos».
Un funcionario del Plan República alertó que «parece que hay problemas de la transmisión de datos, pero yo no sé de eso. Yo soy funcionario». Otra vecina le replicó que solo era una táctica para retrasar el proceso: «Mientras más se tarden, más gente van a tener aquí afuera esperando».
Frente a la Unidad Educativa Rafael Napoleón Baute, en la zona 2 del barrio José Félix Ribas, el escenario era de alegría y, por unos cuantos minutos, también de tensión. Más de 200 personas gritaban «Y va a caer, y va a caer», mientras ondeaban banderas de Venezuela y discutían con funcionarios de la PNB y la Policía de Miranda.
Habitantes de José Félix decidieron esperar a que salieran los resultados de la verificación. Entre puestos de parrilla y perro caliente, y algunos con licor en mano pese a la ley seca, protestaban por la presencia policial. «Ya aquí los hemos botado a todos. Vino la Guardia Nacional, vino la PNB, a todos los vamos a sacar de aquí porque gana Edmundo», comentó Joaquín.
Dijo que ya «están cansados» del gobierno de Nicolás Maduro, quien aspira a la reelección. A unos pasos, una vecina coreaba «no quiero bono, ni quiero CLAP», en rechazo a estas políticas de subsidio a la población más pobre, y que pasan por el visto bueno de los consejos comunales y jefes de calle.