El control cambiario vive y ahora con más dudas, advierten analistas
A pesar de la eliminación de la Ley contra Ilícitos Cambiarios, el régimen de control de cambio continúa tan vigente como desde que se instauró en el año 2003. Expertos consideran que nuevamente el país cuenta con un sistema dual de divisas
La economía de Venezuela seguirá operando con controles en el sistema cambiario y por ahora solo se permitirá la negociación de divisas entre privados sin temor a sanciones y penalizaciones. Analistas económicos aseguran que más que una flexibilización, el Gobierno busca implementar un tipo de cambio dual con divisas a tasa preferencial, lo que se convertiría nuevamente en un caldo de cultivo para la corrupción e incentivo para la ganancia cambiaria.
Este jueves fue aprobada por parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) el decreto derogatorio de la Ley contra Ilícitos Cambiarios, con el cual se permite la libre compra y venta de divisas a través de las casas de cambio, así como el uso de los dólares propios por parte de los empresarios para mantener su operatividad.
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Expertos señalan que el decreto es ilegal debido a que la derogatoria de cualquier instrumento legal corresponde a la Asamblea Nacional y, que cualquier ley debe ser derogada con otra ley, no con un decreto como el que aprobó la Constituyente.
El profesor y abogado José Ignacio Hernández explicó que ninguna Ley puede derogarse mediante «Decretos-Constituyentes», así que no puede afirmarse que la Ley de Ilícitos Cambiarios fue derogada.
Por otra parte, recalcó que el control de cambio no está contenida en esta ley, sino en convenios cambiarios y decretos que aún están vigentes, por lo tanto no se ha desmontado el control de cambio.
«En la práctica, este decreto implica la decisión política de no aplicar la ley del régimen cambiario a futuro. Eso es todo», dijo
La decisión de derogar esta ley de ilícitos cambiarios deja en la colectividad muchas dudas sobre la forma en cómo se llevará a cabo esta nueva negociación de divisas entre personas naturales y jurídicas. Entre las interrogantes destaca cuál será el precio del dólar que regirá en las casas de cambio ya que el sistema de subasta Dicom no parece tener razón para continuar; si las divisas que administrará el Gobierno tendrán una tasa preferencial relacionada al Dicom y si algunos sectores productivos prioritarios tendrán acceso a esos dólares?
Tras la derogatoria se espera que el Banco Central de Venezuela (BCV) publique una resolución que ayude a dilucidar esas interrogantes y ofrezca detalles de los límites parta operar en este nuevo mercado. Un tema prioritario es si a Pdvsa se le permitirá negociar sus divisas en ese nuevo mercado, de manera de poder contar con mayores recursos en moneda nacional para sus gastos internos.
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A juicio del diputado de la AN, Angel Alvarado, el Gobierno sigue tratando de controlar el mercado de remesas a través de las casas de cambio autorizadas, ya que estas empresas requieren de este “ropaje” espurio de legalidad que necesitan para funcionar.
Afirmó que el Gobierno no pretende el “tradicional” mercado cambiario transparente donde Pdvsa vende las divisas al BCV.
«Divisas serán para la camarilla de enchufados a precio de ganga que las venderán en mercado libre. Sigue la corrupción! El control de cambios sigue! Ya que es complejo entramado de disposiciones y convenios en Finanzas y BCV»
Alvarado sostiene que el objetivo de la derogatoria es no perseguir la libre compra y venta entre particulares, luego de ignorar que los controles son la causa de las distorsiones en el sistema cambiario.
El diputado de la Comisión de Finanzas de la AN, José Guerra, aseguró que la medida no será para eliminar el control cambiario sino para crear un mercado dual.
Explicó que la derogación de los artículos de la Ley de Ilícitos Cambiarios, que rige en el país desde el año 2005, creará dos tasas de cambio paralelas, una subsidiada y manejada por el gobierno; y otra donde el precio será fijado por el mercado.
“Estos tipos de mercados duales no son viables porque abren una brecha. Todo el mundo quiere los dólares baratos y no hay. O habrá muchos que querrán comprar el dólar caro pero no tendrán cómo hacerlo”, agregó.
Desde hace unos años el sector privado venezolano ha importando materia prima y productos terminados con recursos propios. Datos de la consultora Ecoanalítica señala que en el mercado paralelo se negociaron en 2017 un promedio de 9,56 millones de dólares por día.
«En 2017, el 53,4% de las importaciones privadas (13,3 % del total importado) se hizo con divisas distintas a los mecanismos oficiales. en el primer trimestre de 2018, la proporción subió a 90 % (24,6 % del total importado)», indicó el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros
Señala que la dependencia del sector privado en divisas oficiales disminuyó significativamente en los últimos años, al pasar de $48,8 millones diarios en 2015 a $2 millones por día durante el primer semestre de 2018.
A juicio del economista y ex ministro de Industrias Básicas, Víctor Alvarez, las negociaciones pasan hasta ahora por las casas de cambio que serán autorizadas por las autoridades monetarias y financieras.
Como se recordará solo Italcambio, Zoom e Insular están autorizadas para recibir remesas desde el exterior, las cuales son entregadas en el país en bolívares a un tipo de cambio mayor al promedio del Dicom. No obstante, tenían prohibido la venta de dólares a particulares.
Resalta Alvarez que el Gobierno no quiere que se dolarice la economía permitiendo operaciones de compra-venta o pagos de servicios en divisas.
«El Gobierno quiere captar las divisas que entren por inversión extranjera, repatriación de capitales, exportaciones privadas o turismo internacional a través del filtro de las casas de cambio»
El economista prevé que el precio de la divisa se ajuste según oferta-demanda y no sea frenado por el Gobierno.
Considera además que las subastas del Dicom dejan de tener sentido, ya que la oferta y demanda de divisas se traslada al nuevo mercado cambiario que se desarrollará a través de las casas de cambio. calcula que el precio de arranque debe ser la postura más alta en la última subasta, tal como se hace para fijar tipo de cambio de las remesas.
«Al fijar una tasa de cambio alta, se estimularía la oferta de divisas vía inversión extranjera, repatriación de capitales, exportaciones privadas y turismo internacional. A la larga, el aumento de oferta de dólares en el mercado libre tendería a bajar y estabilizar la tasa de cambio», dijo Alvarez.