El dilema no es votar o no votar, por Héctor Pérez Marcano
Correo: [email protected]
Estoy en total desacuerdo con las posiciones adoptadas por el grupo de 27 partidos u organizaciones al llamar a la abstención; como también criticó la posición adoptada por la Conferencia Episcopal Venezolana que prácticamente induce a votar en el fraudulento y anti democrático proceso convocado para el 6 de diciembre.
Hace ya unos cuantos días, cuando Acción Democrática fue agredida le escribí un recado a Ramos Allup publicado en este diario en el que la solicitaba que no llamara a la abstención. Creo que la abstención no es una política, no traza guías para la acción. La abstención es desmovilizadora y paralizante.
Ahora bien, la CEV incurre en el error de cohonestar un proceso electoral fraudulento cuyo resultado ya está cantado. Debo confesar que he añorado la valentía de un Monseñor Arias cuando un 1° de mayo de 1957 increpó a la dictadura.
Que diferencia con estos prelados de hoy. Como será de errada la posición de la CEV que el grupo parlamentario que se denomina los “Alacranes”, afín al régimen, ha alabado y festejado la posición de la CEV.
El comunicado de la CEV tiene, como hubiera dicho Rómulo Betancourt “Un tufo colaboracionista”, aunque esa no sea la intención.
El dilema no es votar o no votar lo esencial está en luchar, movilizar por un proceso electoral confiable con garantías para partidos y dirigentes. Un proceso electoral que pueda ser reconocido por la comunidad internacional; sin presos políticos, sin los ventajismos que utiliza a su favor el régimen. La lucha tiene que ser para aplazar el proceso convocado por el régimen.
*Lea también: Lukashenko: El mutante, por Fernando Mires
¿Cómo se va a realizar un proceso electoral en medio de una pandemia que ha desbordado al régimen? Más de mil contagiados diarios. Convocar a votar es convocar a la muerte. De cada mesa electoral emergerán cientos de futuros cadáveres. Hay que luchar contra el hambre que hoy día sufre el pueblo venezolano. Pueblo con hambre pierde la valentía.
La lucha hoy debe ser para lograr un gobierno de emergencia nacional como ha planteado Guaidó. Luchar por un gobierno de transición en el que participen todos los factores hoy en pugna incluidos quienes apoyan al régimen.
Hay que luchar por la unidad del pueblo en torno al objetivo de derrotar al régimen.
La unidad en torno a la tarjeta amarilla del partido de Jóvito Villalba nos dio la victoria en 1952. La unidad en torno a las orientaciones de la Junta Patriótica y del Frente Universitario clandestino nos dio la victoria en 1958. La unidad que permitió las planchas únicas en el 2015 nos dio la victoria y los dos tercios de la Asamblea Nacional.
¿Qué se gana cuestionando a Guaidó? ¿Qué se gana sembrando dudas sobre la honestidad de Guaidó? Quienes así proceden favorecen al régimen que dicen combatir.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo