El enfrentamiento puertas adentro de Luisa Ortega Díaz
La Fiscal General acumula desencuentros con el gobierno de Nicolás Maduro desde hace meses. Ha ido cortando nexos con Diosdado Cabello y Cilia Flores la tiene atravesada, debido a su actuación institucional
Santiago Boccanegra
Al circo del chavismo comienzan a crecerle los enanos. La posición hecha pública por la fiscal general Luisa Ortega Díaz, cuando denunció que las sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que arrebatan funciones a la Asamblea Nacional, violan el orden constitucional, son el último eslabón, por ahora, de confrontaciones internas de la cabeza del Ministerio Público con el status quo del chavismo.
Desde 2016, cuando la oposición ganó la Asamblea Nacional y demostró ser mayoría en el país, se ha mostrado menos comprometida con el madurismo. Por ejemplo, algunas investigaciones políticas contra opositores han sido dilatadas o por completo desestimadas –como aquellas citaciones a Carlos Ocariz y David Smolansky del Sebin que el Ministerio Público aclaró no respondían a proceso alguno contra ellos- y ha acudido al Parlamento a presentar su informe de gestión cuando ha debido hacerlo. Es decir, ha mostrado una actuación institucional, más apegada a las normas.
En diciembre de 2016, cuando le tocaba asumir por rotación la dirección del Consejo Moral Republicano, se ratificó en el cargo al defensor Tarek William Saab, quien sí habló el martes 28 validando la sentencia 155 del TSJ. Un artículo publicado por Aporrea entonces aseguraba que la razón por la que la Fiscal no habría sido elegida para este cargo, es que no ha sido clara con su posición política y prefirieron “evitar complicaciones” a futuro.
Dentro de la Fiscalía se dice que Ortega Díaz llegó siempre respaldada por Diosdado Cabello, pero desde hace un tiempo ha ido rompiendo tales amarras. Por ejemplo, nos cuentan que en enero de 2017 decidió sacar a todos los directores del Ministerio Público que respondían a los lineamientos del diputado del mazo dando. En retaliación, el contralor general Manuel Galindo mandó a reparo todas las declaraciones juradas de directores y subdirectores de la Fiscalía.
Recordemos que Galindo es ficha de Cilia Flores, y que justamente la “primera combatiente” quiso imponer a la exmagistrada (y su comadre) Miriam Morandy –la juez que tuvo en sus manos los casos de Iván Simonóvis, Henry Vivas, Lázaro Forero y “Mazuco” y fue captada viajando junto a un narcotraficante en 2015- como nueva Fiscal General en 2014 cuando Ortega fue ratificada en el cargo.
Curiosamente, Flores dijo este jueves 30 de marzo que había razones para que los diputados opositores que apoyaron la Carta Democrática de la OEA fueran acusados de traición a la patria y, por tanto, procesados por la justicia militar encabezada por Nicolás Maduro, como Comandante en Jefe, y no por la justicia civil donde la Fiscalía tiene, por ley, el monopolio de la acción penal.
Por cierto que la declaración de este viernes de la Fiscal denunciando ruptura constitucional y utilizando los términos contenidos en la Carta Democrática Interamericana, fue aplaudida por los fiscales presentes en el acto y, además, fue vista por todos los funcionarios del Ministerio Público a quienes se les instruyó desde temprano estar pendientes de su discurso a través de la intranet de la institución. La Fiscal reía con picardía, como evidencia el video.
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