El factor multiplicador, por Aglaya Kinzbruner
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A Theodore (Teddy) Roosevelt, el presidente No 26 de Estados Unidos (1858 – 1919) le gustaba mucho comer. Su desayuno no bajaba nunca de una ¡docena! de huevos cocinados duros (diez minutos mínimo) y caracolas dulces. Pero había algo que quizás le gustaba más que comer y era cazar.
Resulta que el 14 de noviembre de1902, Roosevelt se encontraba cazando cerca de Onward, Mississippi, invitado por el gobernador del estado, Andrew H. Longino. A diferencia de otros cazadores Roosevelt no había logrado encontrar ni un solo oso. Uno de los asistentes del presidente pudo ubicar uno, lo neutralizó y lo amarró de un sauce. Llamaron a Roosevelt y le dijeron que le diera un tiro. A Roosevelt eso le pareció horrible e indigno. Dio la vuelta y se fue.
La noticia corrió como fuego en pradera seca por todo el país. Theodore Roosevelt, el gran cazador se habría rehusado de matar a un oso. Clifford Berryman, caricaturista de temas políticos publicó una caricatura el 16 de noviembre de 1902 en el Washington Post, donde se puede observar a Roosevelt de pie apoyándose en un fusil mientras le hace una señal de alerta a un empleado agachado que trata de amarrar a un pequeño oso. Siguieron muchas caricaturas más en distintos periódicos en los cuales el pequeño oso se va haciendo cada vez más tierno.
Morris Michtom, dueño de una tienda de dulces, creó un peluche de un osito, lo dedicó al presidente que se rehusó a matar un oso (con el permiso de Roosevelt), lo llamó Teddy’s Bear y lo colocó en la vitrina de su tienda, en 404 Tompkins Avenue, Brooklyn, Nueva York. El éxito fue increíble e inmediato. Pasó entonces a la producción en masa.
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Sin que hubiese comunicación alguna, las comunicaciones no eran muy buenas entonces, el mismo año en Alemania la firma Steiff creó un osito de peluche de un diseño de Richard Steiff que exhibió en la feria de juguetes de Leipzig en marzo del 1903. Ahí lo vio Hermann Berg comprador de George Borgfeldt & Co. de Nueva York.
Puso una orden de 3.000 ejemplares para ser enviados allí. El osito de peluche pasó a ser aparentemente el antepasado de todos los juguetes de peluche con una sola excepción: en el 1880 la alemana Margaret Steiff empezó a hacer elefantes de peluche. Llama mucho la atención la interpretación que con su sabiduría innata le dieron los niños a este osito de peluche que hasta nombre tiene, como símbolo de una historia de respeto y afecto.
El osito poco a poco penetró en la cultura. Es el personaje principal del libro Winnie the Pooh, un osito de peluche de Christopher Robin Milne, hijo del autor británico, A. A. Milne. Hoy en día se ha hecho una película de terror con los personajes del libro. Las empresas Disney compraron los derechos de la historia.
En el 2022 Winnie the Pooh cumplió 96 años desde su publicación y, según la Ley de Derechos de Autor, dejó de ser propiedad de Disney.
Un gran hit de Elvis Presley fue “Let me be your Teddy Bear”, déjame ser tu osito.
Fue mascota de la Royal Air Force. Y es ahora el Súper Héroe de una serie animada de televisión. Como Súper Héroe es nuestro candidato de oposición. El detonante del factor multiplicador se disparó con las primarias y ha seguido con optimismo, estribillos y canciones, como aquella muy hermosa de Villa del Mar.
Súper Héroes somos todos.
Aglaya Kinzbruner es narradora y cronista venezolana.
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