El «frasco chiquito» se impone para recuperar el consumo venezolano
El consumidor entendió que es mucho más rentable para su bolsillo comprar productos en pequeñas presentaciones y esto también lo comprendió el fabricante, por lo que cada día los anaqueles de los supermercados se llenan de empaques de menor tamaño
La población está haciendo magia para comprar sus alimentos, pero los comercios se están reinventando para lograr la venta. Hoy los anaqueles se mantienen con productos que pocos pueden comprar. La caída del consumo ha obligado a los sectores manufacturero y comercio a ofrecer promociones y descuentos por compras especiales, pero también productos en pequeñas presentaciones, algo que al venezolano no estaba acostumbrado.
Es un gran alivio poder contar con estos productos más pequeños, porque todo está muy caro. Por lo menos así uno puede comprar algo y no morirse de hambre», afirma Solangel Zambrano, madre de tres niños a sus 27 años, consultada en un mercado en Caracas
En los comercios se pueden observar, paquetes de granos (arvejas, lentejas y caraotas) de 250 gramos, cuando usualmente se venden en la presentación de 500 gramos o de medio kilo y refrescos en botellas de 250 mililitros (ml) cuando lo más común era en latas de 355 ml. Leche en polvo y achocolatados, mayonesa, salsa de tomate, pasta o espaguetti, mantequilla de 100 gramos, entre otros; así como, detergentes líquidos, en polvo y en crema, también se pueden conseguir en formato de menor tamaño.
Alexander Cabrera, gerente general de la consultora Nielsen Venezuela, explica que la compra de productos más pequeños y por ende a menor precio, es otro de los cambios forzosos en los hábitos de consumo del venezolano.
La pérdida del poder adquisitivo ha hecho que el consumidor siga levantando la mano para pedir ayuda a los fabricantes, para que éstos puedan reinventarse con el tema de las compras. Cuando hacemos nuestros estudios en zonas humildes o en barriadas caraqueñas nos encontramos con las llamadas ´tetas´ de arroz, de azúcar o de café. Esto lo vio el manufacturero y se ha visto en la necesidad de poder responder a esa opción de compra en formato pequeño», sostiene
La crisis económica de Venezuela caracterizada por una hiperinflación que cumple dos años y una constante devaluación, generó una caída del poder adquisitivo de la población, a pesar de los aumentos del salario mínimo, del alza del bono de alimentación, del pago de otros bonos por parte del Estado y del envío de las remesas en dólares.
En el pasado, las llamadas bodegas o comercios ubicados en los barrios o zonas populares vendían al detal o presentaciones de menor tamaño, especialmente, en productos de limpieza y de cuidado personal. Con el paso del tiempo, estos abastos se han visto fuertemente afectados por la crisis y la escasez de bienes y de dinero en efectivo, por lo que muchos han desparecido.
Gremios del sector de alimentos y consultoras privadas alertan que en 2019 el consumo caerá entre 40% y 96%. La consultora Ecoanalítica estima una desaceleración de 39% de la actividad económica para el cierre de este año, lo que afecta indudablemente la producción. Pero señala también que en la medida en que el ingreso real de las personas se vea erosionado por efecto de la inflación, bajará el consumo.
Por su parte, la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) informó recientemente que actualmente, la caída del consumo de alimentos procesados es de 62%. Mientras que la compra de proteína animal cayó en promedio 86%, el consumo de lácteos y sus derivados bajó 88%, en los carbohidratos 68%, raíces y tubérculos 56%, granos y leguminosas descendió 60%.
Hacer mercado como lo hacíamos antes cuando podíamos llenar el carrito, ya no es posible. Ahora de casualidad llenamos los carritos de mercado que hay ahora que son más pequeños. Antes no podíamos hacer compras normales porque no había nada, había escasez; ahora, todo está caro», señala Joshua Hernández de 57 años y motorizado de profesión
Valorar el producto
Destaca Alexander Cabrera que los empaques pequeños se han observado en toda la gama de productos, desde cuidado personal hasta mantenimiento del hogar y por supuesto en alimentos. Recuerda que incluso ya se ha observado harina de maíz en presentaciones de 500 gramos, cuando lo tradicional es 1 kilo. Sostiene que hay categorías que no pueden bajar de tamaño, como es el caso de los licores.
Esto no es un tema de moda, es por un tema de precio», acota Cabrera
Sin embargo, destaca que a pesar de que la producción en empaques más pequeños le sale más costoso al manufacturero, se apuesta a generar volumen y mantener la presencia de la marca, es decir, que aumente la venta de ese producto.
«El consumidor entendió que es mucho más rentable para su bolsillo comprar productos de menor tamaño, por eso estamos viendo cómo está proliferando el mercado con empaques pequeños. Inclusive, no tanto el manufacturero sino personas que ven estas posibilidades e importan y traen containers con cualquier tipo de mercancía en este tipo de formatos para satisfacer la necesidad del consumidor venezolano», dijo.
El gerente de Nielsen resalta que en el país por un lado se genera la pérdida del poder adquisitivo y por el otro lado los fabricantes han perdido terreno en el comercio. «La respuesta es que la crisis va a pasar pero el hábito del consumo se mantendrá».
A su juicio, el consumidor venezolano también entendió que debe valorar el producto y también está aprendiendo a consumir por unidad.
«Esta crisis lo que ha hecho entender (aunque no sea la mejor manera) de que la compra también hay que valorarla. Ya el venezolano no hace esas compras principales de los 15 y último de mes, es decir, no realiza una compra de reposición constante sino una compra de ocasión. Estos significa, que compra hoy estos productos que necesita para lo que va a cocinar hoy. En otros países como Colombia, se observa cómo venden una cucharada de aceite o de sal».
Señala que en naciones similares a Venezuela como Perú y Ecuador, se observa que el consumidor de esos países tienen la compra muy clara de la unidad, es decir, si van a una farmacia compran una sola pastilla para el dolor de cabeza, porque hoy siente ese malestar, no compra para tener la medicina por si siente un dolor en el futuro.
«Veníamos de una ´Venezuela Saudita´, veníamos de un sobreconsumo en muchas de la categorías y hoy de una u otra forma el venezolano está aprendiendo a consumir. Por ejemplo, en el año 2008 una ama de casa podía comprar un detergente para lavar ropa y lo utilizada para limpiar el patio de su casa, si hace eso mismo hoy la crucifican porque está usando un producto caro destinado para la ropa».
Si la venta de empaques más pequeños ha evidenciado un aumento en el consumo, parece que si ha dado resultado en este sentido. Cabrera agrega que crece la compra principal pero principalmente debido a algún ingreso en moneda extranjera.
«Cuando comparamos el número de unidades vendidas en diciembre del año 2015 con la actualidad se evidencia una disminución de 80%, lo que significa una caída dramática del consumo venezolano. Ahora cuando se compara con 2017 se empieza a observar un crecimiento en categorías, aunque se debe aclarar que esto también obedece a que en esos productos no había presencia en los anaqueles (como los regulados)».
La venta a granel
La venta de productos a granel es la segunda mejor oportunidad en el mercado venezolano, ya esto se observa en categorías como alimentos para animales, así como en cereales. Los mercados municipales también han optado por esta opción, aunque a muchos consumidores no les agrada la idea pues desconfían de la calidad y del cuidado del producto.
«Es un concepto muy interesante. Lo que pasa es que en Venezuela está presente un concepto que es la dignificación de la compra, la cual consiste en que cuando el consumidor compra a granel siente que se está llevando un producto de mala calidad. Nosotros como consultores lo que recomendamos a los fabricantes y a los comercios es que dignifiquen la venta a granel y que el consumidor se sienta atendido, se sienta motivado y que no sienta que lo que compra sea un producto de tercera calidad», destaca Cabrera.