El «Hecho en Venezuela» desaparece de las zapaterías (I)
A finales de 2018 solo 20% de los productos que vendían las zapaterías era traído del exterior. Esa proporción ha duplicado en 2019 y se espera que al cierre de este año la oferta de zapatos importados en el mercado llegue a 80%, según la Cámara Venezolana del Calzado y Componentes (Cavecal)
Desde la década de los 70, la industria nacional del calzado se mantuvo a la vanguardia de la innovación y la tecnología. Abastecía 90% del mercado interno y se exportaba hasta 15% de la gran variedad de modelos de zapatos que se fabricaba en el país, incluso de marcas internacionales. Pero ese progreso se detuvo con la llegada de Hugo Chávez, cuyo gobierno, lejos de lo que pregonaba, favoreció la importación en detrimento de la producción nacional. Hoy, veinte años después, esa floreciente industria del calzado a duras penas opera a 10% de su capacidad instalada; y prevé que lo elaborado este año represente solo 25% de lo que manufacturaba en los años 90, su época dorada.
Para el sector no ha sido fácil mantenerse en pie por la hiperinflación –2.674% entre enero y agosto de 2019-, la falta de financiamiento y de divisas, la precariedad de los servicios públicos, la caída de la demanda, los incrementos de impuestos y más recientemente la creciente competencia con zapatos importados, vendidos a precios mucho menor a los nacionales por no pagar aranceles.
De hecho, la oferta de calzado fabricado en el exterior en las zapaterías es cada vez mayor desde que en julio de 2018 el gobierno de Nicolás Maduro exoneró el pago de impuestos a varios productos importados, entre ellos los zapatos. En un principio la medida tenía vigencia hasta el 31 de diciembre de 2018, pero luego fue prorrogada hasta finales de 2019, según decreto publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria 6.423.
A finales de 2018 solo 20% de los productos que vendían las zapaterías era traído del exterior. Ese porcentaje ha aumentado significativamente a lo largo de 2019 -hoy se sitúa en 40%- y se espera que al cierre de este año llegue a 80%, según la Cámara Venezolana del Calzado y Componentes (Cavecal), lo que significa que en diciembre solo dos de cada diez pares tendrán la etiqueta «Hecho en Venezuela».
Aun cuando el incremento de lo importado representa un problema para la industria -que ha perdido 40% del mercado hasta agosto-, no es menos cierto que abastece de modelos que el sector manufacturero ha dejado de fabricar. “En principio no nos quejamos de las importaciones, son sanas porque de alguna u otra manera llega mercancía nueva, productos de moda, coloridos”, aseguró Luigi Pisella, presidente de Cavecal.
Pisella insiste en que no se critica la importación pero sí que entren sin aranceles, mientras que a la industria se le obligue a pagar cada vez más impuestos. “El gobierno pretende que ayudemos con más impuestos, eso no es igualitario. No me puedes poner a competir en condiciones de desigualdad. Nosotros no estamos pidiendo no pagar impuestos, lo que estamos pidiendo es que ellos también paguen”.
“En diciembre ocupamos el 80% del mercado, hoy está más bajo, 40% está ocupando producto nacional en septiembre. La importación ha subido muchísimo. Estimamos que para el cierre del año estemos a un 20% de la oferta con producto nacional”, dijo.
Otro de los problemas que enfrenta la industria del calzado es la pérdida del poder adquisitivo de la población, tan brutal que desplomó el consumo per cápita a 0,5 pares. En 2012, cuando el sector trabajaba a 80% de su capacidad instalada, el consumo al año por habitante rondaba los tres pares.
Según Conindustria, la caída del consumo se ha mantenido en el último año como el factor que más afecta al sector manufacturero nacional, que trabaja hoy a solo 19% de su capacidad instalada. De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Coyuntura Industrial correspondiente al segundo trimestre de 2019, realizada por el gremio, 78% de los consultados indicó que hubo una disminución en las ventas entre abril y junio de 2019.
La industria del calzado, como el resto de los sectores del país, se ha reducido. Hace 20 años había en el país unas 500 fábricas de calzado que abastecían 80% del mercado nacional. En la actualidad solo quedan unas 180 compañías, lo que significa que más de 300 fábricas de calzado y componentes han cerrado desde 1999.
En 1997, dos años antes de que Chávez asumiera el poder, había 12.700 empresas privadas en Venezuela y cerca de 600.000 puestos de trabajo directos. Dos décadas de chavismo después, esos números se redujeron para cierre de 2018 a 2.500 y 200.000, respectivamente.