El infierno de Dante…. y el nuestro, por Walter Boza
Dante Alighieri, para muchos, es el mejor poeta italiano. Se le considera el creador del idioma italiano tal y como se conoce hoy en día, es el autor de una de las máximas obras de la literatura universal como es la Divina Comedia. Nació en la ciudad de Florencia y además de poeta fue un activo político que participó con mucha fuerza en los debates de su convulsionada ciudad natal, donde, en aquel entonces, se vivía la transición de la cultura y el pensamiento medieval al pensamiento renacentista ¡Vaya batalla!
La Divina Comedia es una epopeya alegórica y se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio, y Paraíso. El infierno es la primera parte de la obra magistral y es una descripción del infierno tal y como lo concebía Dante, nueve círculos concéntricos en donde coloca a los pecadores de acuerdo a la gravedad de sus pecados.
A medida que se aproximan al noveno círculo se van agravando las penas porque los pecados son más grandes y de mayor significado
La descripción que Dante hace del infierno es tan prodigiosa que artistas plásticos de diversas épocas la han plasmado en sus lienzos, pintores que van desde Boticelli hasta Salvador Dalí. Dante va colocando en cada círculo personajes de su época de acuerdo a la gravedad de los pecados hasta llegar al noveno círculo en donde habita el diablo, siendo esté, el más sórdido y desagradable de todos.
No se trata en este artículo de hacer una crónica del infierno de Dante, sobre eso hay múltiples ensayos de altísima calidad, se trata simplemente de ilustrar al lector sobre la concepción que tenía Dante del infierno con el fin de proponerles un ejercicio de imaginación que bien pudiera ser hasta terapéutico.
*Lea también: Los asesores del régimen: La otra cara, por Alberto Lovera
Como se sabe, cada ser humano tiene una particular visión del cielo y del infierno; el ejercicio tiene los siguientes objetivos. 1) Cada lector imagine como sería el infierno. 2) Que imagine a quienes colocaría en ese infierno. 3) Estimular la lectura de La Divina Comedia. Para dante la puerta al infierno, se encuentra detrás de la colina luego de un bosque oscuro, y está constituido de la siguiente forma:
Primer círculo: el limbo, donde habitan los distraídos, aquellos que viven sin sentido.
Segundo círculo: recibe a los lujuriosos que vagan de un lado a otro.
Tercer círculo: se encuentran los glotones y los envidiosos.
Cuarto circulo: es el lugar de los avaros, quienes, en este universo dantesco, arrastran un gran peso.
Quinto circulo: están los orgullosos, herejes y materialistas.
Sexto círculo: mentirosos y usureros.
Séptimo circulo: los violentos.
Octavo circulo: fraudulentos, mentirosos, estafadores y políticos corruptos.
Noveno circulo: los traidores, donde el Diablo mastica diariamente a Judas por haber traicionado a Jesús.
Invito al lector a añadir las otras y variadas formas de infierno. ¿Se podrán añadir nuevos círculos o nuevos tipos de pecadores? ¿Cuántos círculos consideran que pueden existir en esta Venezuela triste y herida en que han convertido la patria de nuestros Libertadores? Algunos ejemplos de modo ilustrativo.
En Venezuela vivimos un infierno particular con la gran paradoja de que es un infierno poblado por una mayoría de inocentes. Lo pensionados y jubilados viven un infierno terrible. Los zulianos viven un infierno, sin luz la mayor parte del tiempo. Los niños desnutridos, sin escuela y sin futuro viven un infierno desgarrador.
En fin, todos los venezolanos vivimos un infierno, sin democracia, sin medicinas, sin comida, con un gobierno que engaña y reprime como única forma de sostenerse en el poder
La gran pregunta final es ¿Cómo transformar este infierno en un espacio vivible, alegre, prospero, de respeto, tolerancia, justicia y profundamente democrático? La respuesta a esta pregunta es el Desafío de Todos.