El jazz, un ave fénix. Sexto renacimiento, por Simón Balliache
Miles Davis…
̶̶ ¡Epa! Otra vez Miles Davis. Últimamente cada vez que empiezas una entrega lo haces hablando de ese músico. ¿Es una figura importante para ti o para el jazz?
̶ Las dos cosas. Recuerda que la Historia comienza desde el momento en que el Hombre empieza a escribir y deja registrado los sucesos. Igualmente pasa con el jazz. La primera grabación se hace en 1917 lo demás es Prehistoria en donde todo es subjetivo ya que no hay registros. Estamos en 1982, han pasado 65 años, Davis anda cambiando las cosas, influenciando juventudes desde 1950, son 32 años (casi la mitad de la vida grabada del jazz) en los cuales su sombra está presente en esta historia. Es inevitable, hay que mencionarlo sería un pecado, una prepotencia no darle el sitial que le corresponde. Continuemos.
̶ Pero en esa época existían otros nombres importantes.
̶ ¡Claro! Están Herbie Hancock, Chick Corea, John McLaughlin, Josef Zawinul, Keith Jarrett, marsalis (con minúsculas) y Garbarek entre otros, pero no estoy escribiendo una historia, debo ser breve. Muy poca gente le gusta leer textos extensos en internet. Lo dejamos hasta aquí. ¿Te parece bien?
̶ Ok. Pero me debes esa.
Miles abusó mucho, su salud se resiente y en su Ferrari tiene un accidente. Se retira, comienza a pintar. El gato no está y los ratones hacen fiesta. El jazz pierde el rumbo se vuelve insustancial, hay algunos destellos esporádicos sin escuelas ni tendencias. Se afianza el Neoconservadurismo, muchos músicos de la vieja escuela se convierten en profesores de los institutos que ahora ofrecen innumerables cursos sobre el jazz (Canto, ejecución, producción, dirección, composición, etc.) en donde se diseccionan a los grandes maestros, lo que a algunos puede haber tomado meses o años ahora se aprende en semana, en consecuencia siguen generándose músicos virtuosos pero sin «calle» por eso la música a veces parece repetitiva en el sentido de que se están escuchando sonidos de los cuarenta y cincuenta y, además, poco profunda; la industria del disco del jazz obtiene un ligero aumento en su porcentaje normal de ventas, las radios no sólo se especializan en jazz sino en cierto tipo de jazz, hay público suficiente para mantenerlo vivo.
Paradójicamente, en los años ochenta, algunos músicos que habían estado con la fusión, el avant garde y la electrónica retornan a lo acústico y se suavizan un poco. Las búsquedas se paralizan. Se produce una transición
Davis retorna y de nuevo comienzan las experimentaciones ya no sólo es la fusión con los instrumentos eléctricos, el rock, el funk o las versiones a Michael Jackson y Cindi Lauper ahora hay que trabajar la electrónica. Se reúne con una nueva camada de jóvenes y saca dos discos fundamentales Tutu (1986) y Amandla (1989). Aunque son discos importantes para el innovador y para las nuevas generaciones quienes inmediatamente siguen lo que está haciendo el líder, no obstante, Davis piensa que es más de lo mismo y no queda satisfecho.
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Desde comienzos de los 70 el Hip Hop (o Rap como quieran) se escucha en las calles, en las radios y es una cultura musical para un sector de la población como dicen ahora, a partir de los ochenta, afroamericana. Davis observa que puede hacer algo importante con eso. De nuevo a experimentar. Lo llama Doo Bop, una mezcla de nombres, Doo por la música callejera de los negros de finales de los 50 el Doo Wop y bop por Bebop el estilo que revolucionó el jazz en los 40. Davis muere en 1991, ni siquiera escucha la versión final del disco porque lo deja sin terminar. Los productores tienen que completarlo con fragmentos, la tecnología actual de las grabaciones presta el apoyo necesario y se lanza al mercado. Salvo una que otra excepción al disco las momias le dijeron de todo menos bonito y a Davis que se le habían ido los tiempos.
No obstante, el álbum recibe premios, se convierte en un superventas, ocupa puestos importantes en las listas y deja un legado. Davis no pudo disfrutar este reconocimiento del público. Es su canto del cisne. Ha muerto el Rey. ¿Ha muerto el jazz? ¡No! El jazz es una entidad con vida propia, un mutante que sobrevivirá cualquier inconveniente que se le presente llámese pandemia, tradicionalistas o detractores. El disco Doo Wop es una fuerte influencia en el futuro. Los cambios vendrán allende de los mares.
Desde Inglaterra se viene preparando otra invasión (continuará)
Simón Balliache es investigador y melómano venezolano, autor de los libros Una Historia del jazz,Los íconos del jazz, Voces en el jazz. y Jazz en Venezuela. Gracias
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