El manto de la oscuridad amenaza a Venezuela
Ante los racionamientos propuestos por el Ejecutivo para paliar el periodo seco que pasa el país y el anuncio de que la administración pública no trabaja en Semana Santa para colaborar con el ahorro energético, expertos en Venezuela explican qué es lo que realmente sucede detrás de cada interruptor y enchufe del país
Autor: Ronald Uribe
“Como Nicolás Maduro resuelve el tema de alimentación con las cajas CLAP, vamos a pedirle que agregue en la caja cuatro velas: dos para que la gente se alumbre con los apagones y los otros dos para ponérsela a los santos para ver si salimos de este Gobierno”, dijo la diputada a la Asamblea Nacional Marianela Hernández.
Esas palabras pueden fácilmente reproducir el sentir de muchas personas, sobre todo en el occidente del país, que desde hace al menos nueve años conviven con racionamientos eléctricos, situación que les ha ocasionado la pérdida de electrodomésticos en varias ocasiones, con el consecuente gasto para reponerlos.
La situación se agrava debido al “plan de administración de cargas” propuesto por Corpoelec, que estableció que en estados como Táchira o Zulia los ciudadanos deberán pasar alrededor de 12 horas sin energía, a pesar de que los embalses en el país están llenos por las abundantes precipitaciones registradas en 2017.
En ese sentido, el profesor de la Universidad Simón Bolívar, Fernando Morales, recalcó que a pesar de que estamos en periodo de sequía normal la disponibilidad del vital líquido y de la estabilidad del sistema eléctrico depende de la forma como se distribuya o se gerencie el flujo de recursos, por lo que desestimó que las deficiencias en el suministro de energía se deban a problemas de la naturaleza.
De igual opinión es el presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines (Aviem), Winston Cabas, quien además dice que “el hecho de que exista racionamiento eléctrico es un reconocimiento a la gravedad en la que se encuentra el sistema eléctrico nacional… Hay un déficit de generación debido a que a pesar de que existe una capacidad instalada de 34.000 megavatios (MW) de sistema hidroeléctrico y 16.500 MW del termoeléctrico, solo se generan 3.000 por el sistema termoeléctrico y 7.500 MW en el hidroeléctrico”.
¿Es tan fuerte la sequía que obligue a un racionamiento?
Según cifras detalladas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos para servicios extranjeros, se evidencia que durante 2016 se registró el pico más bajo en la altura de la represa del Guri desde 1992, al marcar menos de 20 metros de la cota 0. Sin embargo, en 2017 y 2018 las precipitaciones ayudaron en gran medida a incrementar el nivel de altura del agua en el embalse, para situarse el 17 de enero de 2018 en cinco metros por encima de lo que se requiere para funcionar (Para ver el grafico pulse aquí )
Además, el consultor en generación eléctrica y riesgos José Aguilar, denunció en su cuenta en Twitter que la cota actual del Guri en 2018 está en 265.93 metros -la mínima para la alerta es 270 mts-, mientras que en 2016, cuando se registraron grandes fallas en agua y luz, la cota alcanzó a estar en los 242 mts.
Para el 18 de marzo de 2018, esas instalaciones tienen agua en un poco más del 75% de su capacidad y coincide con los consultados en decir que el problema principal es la mala distribución del recurso.
Nuevo plan de racionamiento dejará a estados andinos hasta 15 horas #sinluz Jamás #Venezuela había estado tan racionada en época de más baja demanda y con el Guri tan alto https://t.co/0XGHU7TfU7 pic.twitter.com/erDLwXQMd0
— Jose Aguilar (@SoyJoseAguilar) 22 de marzo de 2018
La Cota 290 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m) en La Vueltosa es similar a la Cota 240 m.s.n.m. en Guri Operar allí es exponer a daños los rodetes (turbinas) ¡Cuidado! No queremos daños que lamentar pic.twitter.com/IYE4G8ZFS0
— Jose Aguilar (@SoyJoseAguilar) 21 de marzo de 2018
El experto meteorológico Luis Vargas, detalló que a pesar de que en 2015-2016 el fenómeno de “El Niño” –que fue el más intenso de nuestra historia desde 1950- produjo sequía en varios estados de país y que “La Niña” de 2016 propició precipitaciones “débiles” respecto a otros años, en la actualidad pasamos por un periodo seco normal y una estabilización de las lluvias.
“Hay que diferenciar el periodo seco con el de sequía. El periodo seco, que va desde noviembre a abril, las lluvias disminuyen significativamente. Sequía es cuando no llueve nada (…) no todo el tiempo hay sequía en Venezuela, pero los periodos secos son habituales. ‘La Niña’ está declinando y se estima que en abril y mayo desaparezca para quedar en un periodo neutral”, especificó.
En torno al Guri, el profesor Fernando Morales dice que cuando se abrieron las compuertas para liberar agua en el último trimestre de 2017, fue un manejo “irresponsable y mediático” porque “en vez de liberar el agua se pudo aprovechar para balancear los niveles y que estuvieran más bajos”.
El éxodo desnuda el sistema
Ante este problema de la distribución, el también ingeniero eléctrico Juan Carlos Rodríguez, hizo hincapié en que otro de los problemas que ha afectado al sistema eléctrico es la falta de mantenimiento de las instalaciones, debido a la renuncia de personal calificado –ingenieros y técnicos- que se han ido del país.
Junto a esto, dijo que muchos de los equipos eléctricos “han pasado su vida útil”, por lo que su cambio es imperioso. “Mientras no se sustituyan tendrán fallas no programadas”.
Sin embargo, el profesor Morales indicó que la baja demanda ha ayudado a minimizar el problema. “El parque industrial del país está muy deprimido y no pide tanta electricidad, si pidiera estaríamos en una situación más grave”.
Robos a instalaciones
El gobierno, durante 2017 y parte de 2018, adujo a que parte del problema con la distribución de energía tenía que ver con “sabotajes” para robar el cobre de los cables para venderlo, sobre todo en contrabando a Curazao, hecho que trajo como consecuencia la suspensión de comunicaciones marítimas y aéreas con las islas pertenecientes al Reino de Holanda.
El ingeniero Juan Carlos Rodríguez descarta que esta sea otra razón para justificar las fallas en el servicio, debido a que las instalaciones eléctricas están custodiadas por efectivos de la Fuerza Armada Nacional. A su juicio, decir que hubo incursiones para robar es “bien temerario e irresponsable” porque para poderlos realizar se debe contar con ayuda desde dentro.
Entretanto, la parlamentaria Marisela Hernández alerta al fiscal designado por la Asamblea Constituyente, Tarek William Saab, a investigar las acusaciones del ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, de personas que entran a robar los cables porque, si están militarizadas vía decreto, “entonces está diciendo que los funcionarios que ahí custodian son cómplices de ese robo”.
A punta de agua y sin energía de la tierra
Hernández manifiesta que en Venezuela ya existe una conciencia del problema eléctrico nacional, ya que no es solamente en el estado Zulia que ocurre el racionamiento, sino que ya se traspoló a todo el país. Puso además como ejemplo a Termozulia, “que apenas funciona a un 30% de su capacidad operativa”, por lo que aprovechó para decir que los sistemas actuales no podrían aguantar alguna sobrecarga eléctrica.
A pesar de esto, el presidente de Aviem, Winston Cabas, alerta que las termoeléctricas del país –que son el apoyo al sistema hidroeléctrico- no funcionan debidamente. “Tocoma está apagada en un 98%, por lo que no suministra energía”, dice, lo que ayuda a profundizar el problema.
¿Qué hacer?
Ante este predicamento en el sector eléctrico, surgen las preguntas: ¿es posible que se desconecte del todo el sistema del país? ¿En cuánto tiempo se puede recuperar?
El ingeniero Juan Carlos Rodríguez es de la opinión de que en Venezuela no puede registrarse una caída total del servicio porque existe el sistema interconectado, que mantiene con luz a gran parte del país, pero recalcó que la clave de todo es saber gerenciar los recursos que se tienen a mano y empezar a contar con el factor del cambio climático. “Si sabes gerenciar las épocas, las posibilidades de que eso pase serían remotas”, dijo.
Además propuso la necesidad de que se recuperen las empresas regionales de energía, para que puedan atender de forma más expedita los problemas que se susciten en cada uno de los estados sin tener que pedir permiso a Caracas, como ocurre en la actualidad con la estatal Corpoelec.
Para la diputada Marisela Hernández, el problema de la electricidad en Venezuela se puede arreglar si se atienden varios puntos esenciales como la reprofesionalización del sector con ingenieros y técnicos especializados; optimizar los equipos que ya han cumplido su vida útil y la escasez de recursos. “No es el problema que tenemos ahorita, sino el problema que se nos viene (…) La electricidad no se recupera como cualquier otro proyecto”.
Por su parte, Cabas subraya que si al día de hoy se toman los correctivos necesarios, la recuperación del sistema eléctrico transcurriría entre cinco a siete años.
Mientras, el experto en meteorología Luis Vargas, indica que el Ejecutivo debe organizar planes para poder administrar de buena manera los embalses, para que el recurso hídrico sea usado con conciencia, mientras se estudian e implementan otros tipos de generación eléctrica, como la solar o la eólica.
Cree además que la ciudadanía debe tener una responsabilidad más activa en el cuido de los recursos naturales y evitar despilfarrar el agua, así como evitar el uso incorrecto de la luz.
Incluso propuso que los ciudadanos pudieran tener en sus comunidades algunos parques de paneles solares, con lo que podrían abaratar la deficiencia de energía.