El mayor general va a la guerra, por Sebastián Boccanegra
El mayor general Gustavo González López se presentó a la rueda de prensa con el chaleco antibalas puesto. Como para dar la imagen de que venía del frente de batalla.
Venía de comandar una operación en la que participaron cerca de 2.000 efectivos para “liberar”, eso dijo, algunas zonas del territorio nacional. Zonas que no quedan en la lejana frontera con Colombia, por ejemplo, sino una de ellas en la céntrica Cota 905 de la propia capital, Caracas.
Otra de las zonas “liberadas” es el urbanismo de la Misión Vivienda, denominado Ciudad Tiuna, ubicado en Fuerte Tiuna, uno de los cuarteles más importantes del Ejército venezolano. Si la cosa no fuera tan grave, provocaría carcajadas interminables, pues según afirmó el propio González López, en ese urbanismo operaba el paramilitarismo colombiano, al igual que en la Cota 905.
Recordemos que este es el ejército que estuvo preparándose para enfrentar una invasión del imperio más poderoso que ha conocido el planeta. El mismo que dirigió una serie de maniobras para rechazar a los marines cuando osaran pisar el sagrado suelo de la patria.
Pues bien, ese ejército permite que haya paramilitares en uno de sus principales cuarteles y que otros paramilitares prácticamente tengan a tiro al cuartel general de la Guardia Nacional.
Por cierto, que para entrar en la Cota 905 tuvieron que utilizar tanquetas, y no olvidemos que ese sector fue declarado “zona de paz”, parte del penúltimo plan de seguridad orquestado por el gobierno y que fracasó como todos los anteriores. Ahora bien, ¿se imaginan qué armamento hubieran tenido que utilizar si no fuera una zona de paz?
Definitivamente hay veces que para algunos funcionarios es mejor callar, porque el general González López da la impresión de que no es muy versátil en las artes de la comunicación. O nos atrevemos a recomendarle que busque mejores excusas o explicaciones menos risibles.
La seriedad es importante. Eso del paramilitarismo no se lo traga nadie, empezando por los habitantes de esos barrios que conocen a quienes integran las bandas delictivas.
Después de 16 años en el poder, y más de 20 planes de seguridad, que lo único que han logrado es aumentar la inseguridad, el gobierno lanza una ruidosa “operación de guerra”, donde el mayor general al anunciar la muerte de los presuntos delincuentes asegura que les dieron de “baja”.
Esta repentina preocupación por la acción del hampa tiene una sola razón. Están viéndole la cara a la derrota electoral que van a sufrir en diciembre y necesitan ganar votos a como dé lugar. No creemos que haya un plan serio y coherente para enfrentar el delito, ojalá lo hubiera.
Estamos convencidos de que no es más que una operación de propaganda con el fin de engañar incautos. Por ganar el 6D están dispuestos a hacer cualquier cosa, incluso enfrentar a sus aliados de todos estos años, el hampa.
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