El Museo Fénix y el «Tornado» como metáfora de la migración, por Valentina Rodríguez

X: @valenntinus
Fotos: DW y Arquitectura Viva
El 2025 será recordado como el año del endurecimiento de las políticas migratorias en la mayoría de los países del mundo, en especial en Estados Unidos. La otrora «tierra de oportunidades» cerró sus puertas y ha mostrado las medidas contra la migración –y escenas– más dantescas de este siglo. Meses más tarde del torbellino que se desató en enero –y que no ha perdido fuerza– se inauguró en Róterdam (Países Bajos) el Museo Fénix, espacio de arte «para vivir las historias» de la migración –el primero en su estilo–, el pasado 15 de mayo, justo el Día Internacional de las Familias y el Día Mundial de la Acción por el Clima.
El recinto cultural se edificó en un antiguo almacén de la compañía naviera Holland-America Line, próximo a los muelles de la ciudad neerlandesa –que alberga el puerto más grande de Europa y uno de los más importantes del mundo–, desde donde salieron millones de personas, después de la Segunda Guerra Mundial, con destino a América o Asia. La mayoría en busca de superar el hambre y la miseria.
De acuerdo con la página web del museo y las reseñas de prensa –lamentablemente, aún no conozco el museo– la pinacoteca abrió con tres exhibiciones: Todas las direcciones, la principal, que presenta obras de más de 100 artistas internacionales que abordan temas como la identidad, el hogar y la esperanza; La Familia de Migrantes, conformada por 194 trabajos de 136 fotógrafos que capturaron momentos de despedida, viaje y llegada; y Laberinto de maletas, una instalación construida con 2 mil maletas y bolsos de equipaje donados.
Además de las obras –que datan de 1905 hasta la actualidad- el Museo Fénix cuenta con el Tornado, una torre-mirador diseñada por el arquitecto chino Ma Yansong (Pekín, 1975), fundador de MAD architects: una de las propuestas más interesantes de este espacio dedicado a las vivencias e historias de los migrantes de ayer y hoy –a mi juicio y sin demeritar la oferta expositiva del lugar.
El Tornado es un mirador helicoidal. La espiral está formada por dos escaleras de caracol –una sube y la otra baja– construidas con madera y acero inoxidable, que se entrelazan hasta alcanzar el punto más alto del conjunto. La escalera parte de la planta baja del museo hasta un mirador de 22 metros de altura, que ofrece una vista panorámica al puerto. Tornado es una estructura que simboliza los caminos entrelazados –y sensaciones– de los migrantes, los altibajos y giros que experimentan los que parten a nuevos destinos.
Una de las cosas que más gusta de la propuesta de Ma Yansong –además del nombre y los materiales de su obra– es la forma y espacio que usó para recrear el viaje físico y emocional -constante- de los migrantes: una espiral y un mirador, ese lugar de contemplación e introspección, que lleva a ver lo que dejaste atrás, la cercanía o la lejanía del lugar al quieres llegar y cómo te proyectas o insertas en ese paisaje -los que lo hacen: muchos no salen del tornado o no se bajan nunca del mirador.
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Valentina Rodríguez es licenciada en comunicación social y magíster en arte contemporáneo.
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