«El Nuevo Nacional», por Jesús Elorza
Twitter: @jesuselorza
Un miliciano, al ver con cara de preocupación a sus compañeros de destacamento, les preguntó: «¿Qué les pasa?, y la respuesta no se hizo esperar:
—Hemos pasado de la euforia a la frustración —dijo uno de ellos.
—¿Cómo así, camarada? Explíquese mejor.
—Bueno, todos nosotros, en nuestra unidad de combate miliciano, fuimos sujetos de una alegría sin límites al conocer que el camarada Diosdado había ganado la demanda contra el pasquín oligarca imperialista El Nacional. Nuestra euforia alcanzó niveles orgásmicos al producirse el allanamiento del edificio de ese diario. Todos en el destacamento pusimos rodilla en tierra y gritamos: «Se hizo justicia». Derrotamos la intransigencia contrarrevolucionaria de la oposición y, ahora, nos toca a través de ese medio comunicacional —que presentaremos como El Nuevo Nacional que, al estilo de Granma en Cuba o Pravda en la antigua Unión Soviética, nos servirá para llevar la verdad revolucionaria a nuestro pueblo. En su momento, nos hacíamos la ilusión de ver en el nuevo equipo de dirección a los consecuentes camaradas Earle Herrera, Ernesto Villegas, Luis Hugas, Pedro Carvajalino, Juan Barreto, Maripili Hernández y Desirée Santos Amaral. Pero, la realidad fue otra….
—¿Por qué dice eso camarada?
—Diariamente, durante 15 días, progresivamente la frustración se fue adueñando de mi conciencia y activismo revolucionario. Día a día, preguntaba en el quiosco de la esquina por El Nuevo Nacional y siempre me daban la misma respuesta: «No ha llegado». Pensaba que a lo mejor era un problema logístico de distribución, pero, con el correr del tiempo y no ver hecho realidad la circulación de nuestro medio comunicacional, opté por preguntarles a los comandantes de mi unidad, recibiendo como respuesta: «No tenemos información sobre ese tema». Métete en la red a ver que consigues.
Asumiendo el papel de web-on me metí en Google y conseguí: www.elnacional.com
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Pero, mi frustración y arrechera fue mayor al ver que el pasquín seguía en manos de la oligarquía contrarrevolucionaria imperialista. Entonces, me pregunto: ¿para qué carajo allanamos ese periódico?
Ahora, me consigo como respuesta que «el camarada Diosdado cederá la sede para que allí funcione la Universidad de la Comunicación recién creada por el camarada Maduro». Pensar que una universidad es solo un edificio es una gran equivocación, es no ver el error de las «aldeas universitarias» o el de la Universidad Bolivariana.
No nos equivoquemos, el allanamiento a ese diario es para instaurar la libertad de expresión revolucionaria y no para estar pensando en pajaritos preñaos de crear universidades. Pasemos de web-ones a web «patria o muerte».
En revolución todo, fuera de ella nada.
Jesús Elorza es Licenciado en Educación, profesor en la UPEL
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