El «nuevo trío» Los Panchos rumbo a EE. UU., por Beltrán Vallejo
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Perdonen la «mamadera de gallo» con este título, pero en verdad que parece que ha resucitado el mejor trío musical, para mí, de todos los tiempos en lo que concierne a música romántica. Este nuevo trío que lo imita, y que cantará con guitarra o sin guitarra, tendrá un concierto en tribunales de EE. UU. próximamente.
Con esto me refiero a la extradición, realizada desde Cabo Verde hacia ese país norteamericano, de Alex Saab, y al proceso de extradición en desarrollo de Hugo Carvajal y a la otra extradición, no menos importante, de Claudia Díaz, la otrora enfermera del «Comandante Eterno».
Hay dos grandes premisas en estas extradiciones: la primera es que es inimaginable que estos procesos judiciales se den en Venezuela. ¡Jamás de los jamases! En el sistema judicial de Maduro nunca veríamos a estos tres desvergonzados siendo objetos de un proceso judicial como debe ser.
Y EE. UU. está de por medio porque, precisamente estos tres, dizque «socialistas», estaban adictos al blanqueo de capitales y a la circulación de altas sumas de dinero a través del sistema financiero de los gringos, y eso es un pecado para ellos cuando se trata del dinero que pasa por sus bancos ¡Cómo le gusta a la élite chavomadurista circular dinero y blanquear capitales por los bancos del «imperio» o de cualquier banco del extranjero!
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La otra premisa es que precisamente estos candidatos a vestir el uniforme naranja de los presidiaros en EE. UU. son la representación de lo que es el régimen chavomadurista en estas más de dos décadas en el poder. El chavomadurismo es eso: Alex Saab, el Pollo Carvajal y la enfermera Claudia Díaz.
El chavomadurismo es, en esencia ,eso: no es ideología, no es política de altura, no es patriotismo ni es el socialismo de Karl Marx ni el socialismo exitoso que se practica o se practicaba en los países nórdicos de Europa. Esos tres evidencian que el chavomadurismo es corrupción, delincuencia y malas juntillas internacionales.
Aquí quieren pintar a Alex Saab como un benemérito; Maduro está a punto de beatificarlo como a José Gregorio. Pero la investigación que motiva la extradición es a raíz del seguimiento de 350 millones de dólares fuera de Venezuela a cuentas que controlaba él en EE.UU. y en otros países dentro del contexto de todo un proceso penal en su contra que abrió una Corte Federal en Florida desde el 2019 donde se le acusa del lavado de esa cantidad de dinero defraudado presuntamente a través del sistema del control cambiario en Venezuela. Y por esa lavandería en EE. UU., Washington se considera con autoridad para colocarlo tras las rejas.
Igualmente, el «pollito» Carvajal. Ya a este lo van a montar en un avión para ser presentado en EE. UU. por el envío de 5,6 toneladas de cocaína hacia México en abril del 2006, además de sus vínculos con un narcotraficante colombiano apodado el Jabón. Esto, sin mencionar la otra investigación por sus relaciones comerciales con las extintas FARC.
Y la enfermera de Chávez: esta dama, también elevada al cargo de tesorera de la república, ¡vaya la ironía!, debe responder en EE. UU. a las acusaciones de blanqueo de capitales, lo que comprende su presunta participación en un esquema de cambio de divisas que le generó cientos de millones de dólares en ganancias. Por cierto, en ese mismo caso de la señora Díaz está implicado el empresario Raúl Gorrín, el propietario de Globovisión, pero de esta cosilla no hablan el Vladimir Villegas ni el Kiko Bautista.
En fin, este trío tiene que cantar; preparen la audición.
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