El oro venezolano apuntala la guerra contra el dólar, por Wilfredo Velásquez
En Venezuela convergen muchos de los elementos de la confrontación económica que se libra en el mundo. La estrecha vinculación del régimen, con el sector representado por China y Rusia, unido a la explotación y manejo sin restricciones de nuestros recursos, nos ponen en el epicentro de la geopolítica mundial
Estados unidos y Arabia Saudita, acordaron en 1973, que el pago del petróleo se realizará con dólares de la Reserva Federal estadounidense. Posteriormente en 1975 los miembros de la OPEP aceptaron realizar todas sus operaciones en dólares, con lo que el petrodólar, como se le llamó, terminó convirtiéndose en el patrón monetario que rige, prácticamente todas las transacciones del comercio internacional. Situación que aumentó considerablemente la demanda de dólares en el mundo.
El dólar ya había tenido carácter hegemónico. Después de la segunda guerra mundial se usó como la moneda de reserva, con respaldo en oro, de manera muy sencilla puede decirse que Estados Unidos se convirtió en el banco que manejaba las reservas fraccionadas de los demás países, debido al crecimiento de las operaciones se generó una alta emisión de papel moneda hasta que el circulante llegó a ser superior al respaldo en oro, por lo que Valéry Giscard d’Estaing (1960) y Charles de Gaulle (1965) denunciaron el ventajismo norteamericano y el peligro que esa situación representaba para el comercio mundial, Charles de Gaulle calificó dicho mecanismo como un “privilegio exorbitante”, después de evidenciar esa situación y debido en gran medida a la expansión de la economía mundial, algunos países, liderados por los franceses empezaron a retirar su oro de Estados Unidos, hasta que en 1971 Richard Nixon puso fin a la convertibilidad del dólar en oro.
Sin embargo, la supremacía del petrodólar, todavía se mantiene.
En el marco de la guerra comercial que vienen librando las grandes economías del mundo el petrodólar, o el dólar simplemente, está en la mira de potencias como China y Rusia, países que además forman parte del grupo Brics, junto a Brasil, India y Sudáfrica, considerados economías emergentes, que desean liberar su comercio internacional del dólar, igual situación vive la Unión Europea, que trata de imponer el euro.
Existe una guerra silenciosa por el oro en la que Venezuela participa, urgida por la quiebra de nuestra industria petrolera. Muchos países afectos a China y Rusia luchan por desplazar el dólar como patrón del comercio petrolero, y tratan de volver al patrón oro, como garantía de sus reservas, por esa razón nuestro oro, que circula en el mundo saltándose los controles internacionales toma una gran significación en esta confrontación.
En la lucha contra el dólar, se perciben avances importantes de los enemigos de Estados Unidos.
A partir del 1º de octubre de 2016 el yuan entra a formar parte de la cesta de los Derechos Especiales de Giro, (DEG) junto al dólar de Estados Unidos, el euro, el yen y la libra esterlina británica, lo que convierte al yuan en una moneda de reserva mundial y contribuye a liberar la economía china de la dependencia del dólar para sus transacciones.
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La presencia del yuan en la cesta del FMI, representa el 10% lo que la coloca por encima del yen japonés y de la libra esterlina.
China y Rusia en sus acuerdos comerciales recurrieron a los acuerdos bilaterales de swaps de divisas (currency swap agreements) y pactaron utilizar como monedas de intercambio el yuan y el rublo, la balanza comercial de dichos países, alcanza la cifra de 200.000 millones de dólares, estos acuerdos de mutuo apoyo y de buenos vecinos, tienden hacia una gran alianza, que de concretarse como tal, lo que parece el propósito definitivo, convertiría a ambos países en la primera potencia militar del mundo, por otro lado el importante volumen de su balanza comercial saca del comercio mundial una importante cantidad de divisas americanas, lo que traerá consecuencias en la economía mundial.
Por otro lado, la gran demanda de materias primas, la penetración financiera de China en las economías de África, Latinoamérica y Europa, además de su acelerada industrialización y desarrollo tecnológico la han convertido en la segunda economía del mundo, con características tan resaltantes como ser el primer importador de petróleo, situación que le abre las oportunidades de imponer sus condiciones al mercado, lo que han hecho siguiendo la estrategia Kissinger, al reunirse con Arabia Saudita, para imponer el petroyuan, para el pago de sus importaciones petroleras que superan los 200.000 millones de dólares, esto ya lo habían intentado con Venezuela, pero no se hizo por la poca importancia que ahora tienen en el mercado mundial las cuatro gotas de petróleo a que redujo el régimen nuestra producción.
Y ahora China está lista para lanzar el cripto yuan, llamada DC/EP (Digital Currency/Electronic Payment) del cual se sabe poco, pero entre algunas características resalta que será la primera criptomoneda respaldada por un estado, en oro físico y equivalente 1:1 a la moneda oficial, inicialmente la están probando para el pago de compensaciones sociales en algunas ciudades, tiene el propósito de sustituir el efectivo, aplica la tecnología blockchain lo que le daría alcance global, le permitirá competir con el dólar y con monedas virtuales como el Bitcoin y la Libra de Facebook, de funcionar como lo tienen planteado hasta el sistema Swift, quedaría obsoleto. Además, se podrá utilizar como sistema de pago móvil.
En Venezuela se intentó, con escasos resultados con el Petro, mientras los chinos intentan derrotar el petrodólar y garantizar sus reservas en oro, a nosotros nos propusieron una criptomoneda respaldada en petróleo, en medio de una acentuada tendencia a la baja y cuando nuestra producción estaba en plena caída.
Por otro lado, mientras el mundo trata de garantizar sus reservas en oro, nosotros sacamos nuestro mineral a subasta sin ningún tipo de condiciones.
Es probable que nuestro oro termine respaldando las reservas de China, Rusia, Irán y Corea del Norte, que nuestras arcas permanezcan vacías y nuestra moneda fiat continúe como lo que es, una moneda sin ningún respaldo.