El papa Francisco oficiará la oración dominical por video y sin público
Debido al coronavirus se mantienen las misas dominicales del papa Francisco, pero se han vaciado las pilas bautismales y se ha prohibido estrecharse la mano o besarse durante el intercambio de la paz
Como invitación a evitar los encuentros masivos y gesto de solidaridad con cientos de miles de personas en cuarentena a causa del coronavirus, el papa Francisco no se asomará al balcón del palacio Apostólico para el rezo del Ángelus este domingo ni acudirá el próximo miércoles a la audiencia general con los peregrinos en la plaza de San Pedro, según ha manifestado la Oficina de Información del Vaticano.
En ambas ocasiones, el papa Francisco se dirigirá a los participantes y al mundo entero en «streaming» desde su biblioteca, donde mantiene las audiencias oficiales, según publicó el diario español ABC.
Quienes acudan a la plaza de San Pedro para el Ángelus del domingo o la audiencia general del próximo miércoles podrán seguir el discurso del papa Francisco en tiempo real a través de las pantallas gigantes o de sus dispositivos móviles.
El comunicado del Vaticano añade que «estas decisiones se han hecho necesarias para evitar los riesgos de contagio de la enfermedad Covid-19 en la concentración de personas en los controles de seguridad para el acceso a la plaza, tal como han solicitado las autoridades italianas».
El problema práctico consiste en que la llegada de varios miles de peregrinos en el plazo de una hora o dos antes de esos encuentros hace muy difícil que mantengan la distancia prevista de un metro o más en las colas para los controles de seguridad.
En la misma línea de cautela, el Vaticano ha suspendido hasta el domingo 15 de marzo la participación de invitados a la misa que el Papa celebra habitualmente a las siete de la mañana en la capilla de su residencia Casa Santa Marta. El Santo Padre celebrará la Eucaristía en privado, en una capilla cercana a su estudio, como hace durante los meses de verano.
En medios vaticanos se considera que estas medidas se irán extendiendo semana a semana mientras dure el peligro de contagio de la enfermedad. La gran duda se refiere a las ceremonias de Semana Santa –del 5 al 12 de abril– en las que participan habitualmente cientos de miles de personas.
Además de suspender conferencias y congresos previstos para marzo, abril y mayo, el Vaticano ha suspendido también misiones al exterior, como la que iban a realizar en Ciudad de México del 20 al 27 de marzo el arzobispo maltés Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu para escuchar a víctimas de abuso sexual de menores. La nueva fecha dependerá del final de la epidemia de la enfermedad Covid-19.
En el Vaticano se ha registrado un caso de contagio del virus y algunas personas han sido puestas en cuarentena. El pasado viernes 6 de marzo se llevaron a cabo tareas de higienización en el ambulatorio, la secretaría de Estado, el Archivo Apostólico Vaticano y otras dependencias.
También se ha informado a todos los participantes en el reciente congreso sobre Inteligencia Artificial que una de las personas está sufriendo la enfermedad, por lo que es posible que haya contagiado a otras en Roma durante el período de incubación de 14 días previo a la aparición de los síntomas.