El pernil de la vergüenza y los medios de comunicación, por Ariadna García
Leer titulares como “El Pitazo: Gobierno confirmó la llegada del pernil navideño al puerto de La Guaira”, “Globovisión: CLAP asegurará el pernil y los ingredientes para las hallacas estas navidades”, genera una mezcla de indignación y pesadumbre. Las cinco noticias de diferentes medios, enlazadas en este artículo, reseñan la llegada de las 4.000 toneladas de carne de cerdo a Venezuela el 11 de noviembre, pero en ninguna se menciona lo ocurrido en diciembre del año pasado cuando el gobierno venezolano no expendió los perniles a toda la población, situación que generó protestas, saqueos y muertos.
El 31 de diciembre de 2017 amaneció con esta noticia: “Efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) mató este domingo a Alexandra Conopoi, de 18 años, quien se encontraba en una presunta protesta para adquirir pernil, en las adyacencias de un módulo policial ubicado en la carretera Caracas, El Junquito”, publicó el diario El Nacional.
La muerte de la joven se unió a una larga fila de manifestaciones que se habían suscitado en el país desde la primera semana de diciembre. La gente exigía los perniles que el mandatario Nicolás Maduro les había prometido. Pedían a gritos la venta de comida. Los anaqueles eran la prueba de una escasez que ronda el 80% en varios rubros.
Titulares de cinco medios de comunicación:
YVKAE Radio Mundial: Clap distribuirá pernil navideño e ingredientes para las hallacas
Globovisión: CLAP asegurará el pernil y los ingredientes para las hallacas estás navidades
Últimas Noticias: El pernil y los ingredientes para las hallacas llegarán al pueblo gracias al Clap
El Pitazo: Gobierno confirmó la llegada del pernil navideño al puerto de La Guaira
Primicia: Llegan perniles navideños a Venezuela
La consigna en esas protestas era el mismo: hambre. El hambre que se hacía más presente en los hogares venezolanos. En Petare, La Urbina, Catia, La Vega, los habitantes cerraron las calles, algunos aprovecharon el momento para hacer otros reclamos como la falta de agua o de luz.
La aparatosa venta generó un impase con el gobierno de Portugal, luego de que el régimen venezolano intentara responsabilizarlo de su ineficiencia. Para apaciguar las aguas exigieron a los comerciantes bajar los precios a como estaban la primera semana de diciembre. Todos sin excepción.
Los titulares en la prensa anuncian “la llegada del pernil navideño” al puerto del estado Carabobo. “El arribo de 4.000 toneladas que serán distribuidas en los CLAP”. Cada palabra me recuerda la ineficiencia, la deshonra y la desvergüenza de un sistema que se jacta de importar, pero no de producir
Las prácticas del gobierno no sorprenden, son las mismas que empleó Hugo Chávez para expropiar empresas productivas, son las mismas del Dakazo, son las de imponer precios a los comercios. Año, tras año se repite la barbarie. Sobre ellos no hay esperanza de cambio alguno, porque el chavismo en su acepción más simple es la devastación.
Mi pesadumbre recae en los medios, en quienes hacen periodismo independiente y se permiten este tipo de olvidos. Nuestra tarea en este momento tan oscuro para Venezuela es escudriñar los hechos y ante cualquier oportunidad mostrar la verdad y la barbarie, la de antes y la de ahora porque son una sola.
Basta de ponerle adjetivos a la comida, no hay tal “pernil navideño”, “ni carnestolendo”. Lo que hay son tres millones setecientas mil personas desnutridas en Venezuela, según los últimos datos ofrecidos por la FAO. Tampoco hay navidades felices, hay neveras vacías y caras tristes, todo con el sello: Hecho en Revolución.