«El PIB no me importa» (Chacumbele), por Teodoro Petkoff
Enterado de la brutal caída de la actividad económica en el primer trimestre de este año (5,8%) dijo el presidente, en uno de esos arranques de niño malcriado que a veces le dan, que a él no le importa el PIB (Producto Interno Bruto). ¡Vaya frase desafortunada! Si Chacumbele cree que el PIB es apenas una cifra estadística bueno es que se vaya enterando de que el PIB es gente, la gente que habita este país. El PIB son trabajadores formales e informales; el PIB son empresarios pequeños, medianos y grandes; el PIB son campesinos y agricultores y ganaderos; el PIB son desempleados. En fin, ¿para qué seguir? Todo el mundo sabe lo que es el PIB, menos, al parecer, el presidente de la República. Por eso no le importa si crece o decrece.
Pero ocurre que al PIB si le importa el gobierno. Al PIB si le importa saber si el gobierno trabaja para crear empleo o para provocar desempleo. Al PIB le importa mucho si el gobierno encarece el costo de la vida o si, por el contrario, protege el bolsillo de la gente, es decir del PIB. A este le importa saber si el gobierno maneja con prudencia la plata del país o si la despilfarra y, encima, no pocos de sus funcionarios se la roban.
Dijo alguno de los bufones de la corte que el precio del dólar no era asunto de romperse la cabeza porque 90% de los venezolanos no ha visto nunca en su vida un billete verde de los del Norte. Es posible que así sea. Sin embargo, ese venezolano que nunca ha visto un dólar ya está suficientemente enterado de que las caraotas o el arroz, el azúcar o la leche, y hasta la carne, vienen de otros países y que se pagan con esos dólares que él nunca ve y que cuando el precio del dólar sube hay que pagar más bolívares por dólar para comprar lo que se importa de afuera. Por tanto, ese venezolano que nunca ha visto un dólar pero que consume y sabe que su consumo forma parte del PIB, ya está bastante persuadido de que el alza en el costo de la vida, o sea, la inflación, la produce ese gobierno al cual no le importa el PIB. El PIB, o sea la gente, ha oído demasiadas veces el cuento de los «especuladores» y sabe que ya es un disco rayado para tratar de excusar la ignorancia y la incapacidad de los gobernantes.
Al gobierno, es decir a Chacumbele, no le importa el PIB, pero el PIB sabe que si ese numerito que dice que la inversión descendió CASI 30% en este primer trimestre de 2010, eso explica porque de diciembre pasado a esta parte más de cien mil venezolanos (según dice el turco Eljuri, quien maneja los averages) perdieron el empleo. Dijo Chacumbele que a él no le importa que se caiga la producción de automóviles, mientras la agricultura crezca. Para empezar, la agricultura y la ganadería no están creciendo. Ya el PIB agropecuario ni siquiera entra en los registros del Banco Central, así estará de hundido. Pero, ¿no se ocurre pensar que a los once mil trabajadores de las automotrices y sus familias, que son parte del PIB, si les importa mucho que la producción de vehículos sea boyante? El PIB, contrariamente a lo que cree Chacumbele, no es estúpido, por eso está cada vez más bravo. Bravo con el gobierno, precisamente porque a este no le importa el PIB.