El renacer del voto: el Ave Fénix de la democracia venezolana, por Arturo Araujo Martínez
La figura del Ave Fénix está asociada a lo ocurrido este 22 de octubre del 2023 en Venezuela. Desde mi punto de vista, de los resultados de las primarias renace de nuevo un Ave Félix. Para evitar males entendidos y posibles errores cara al futuro, debo aclarar que no hablo de una persona, ni siquiera de una ciudadanía.
Permítanme explicarme. Soy de los convencidos que lo más importante de este proceso de primarias, es el renacer del voto después que partidos políticos y liderazgos los desestimaron, apartaron y lo mal trataron recurrentemente y con terribles consecuencias para el país.
Si, el voto es el Ave Fénix que renació de nuevo una vez más –hay que enfatizarlo– como la expresión preferente de la ciudadanía de este país para expresar su voluntad de cambio. Así lo demuestra la masiva y entusiasta asistencia de los venezolanos a la convocatoria de las primarias organizadas excelentemente bien por la Comisión Nacional de Primarias, en medio de un ambiente de hostilidades, de carencias, de trabas y amenazas por parte del régimen de Maduro, y de no pocos desencuentros políticos en el campo opositor.
Los seguimientos a los liderazgos en base a elementos emocionales son muy importantes para explicar los triunfos o las derrotas electorales. Tienen el inconveniente de ser muy volubles y que pueden cambiar rápidamente. La conexión emocional que María Corina Machado logró con la diversidad social que caracteriza la población venezolana es una de sus fortalezas más importantes que explican su triunfo como candidata indiscutible de la unidad opositora, y sin duda, podrá ser determinante en campaña por a optar a la presidencia de la República en el 2024.
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También será una peligrosa amenaza latente para sus aspiraciones de liderizar al país «hasta el final» que haga posible la transición hacia la democracia y una prosperidad creciente y duradera para todos. Como bien lo resaltar algunos analistas prestigiosos del tema electoral, MCM logró y está logrando una conexión emocional muy relevante y necesaria para vencer al régimen venezolano en unas futuras elecciones presidenciales.
Esa conexión emocional entre candidato y votante también fue un factor presente y explicativo en los triunfos electorales de CAP y del propio HChF en sus momentos. Pero ocurre que, a la vez, esas conexiones emocionales entre candidato y ciudadanía son frágiles, que pueden darse rápidos y determinantes declives en esa conexión.
Lo acabamos de constatar en las Elecciones a la presidencia de Argentina, donde el candidato Javier Milei partía con una alta preferencia según las encuestas, y terminó con el insuficiente resultado que lo colocó de segundo este domingo pasado en el conteo final de votos, después de Sergio Massa, candidato del peronista.
Una necesaria manera de compensar el riesgo de desconexión emocional con el electorado, es que el candidato y sus apoyos logren darle organicidad a esa emocionalidad, y una buena manera de hacerlo es fortalecer el protagonismo de los liderazgos de Sociedad Civil en los procesos de cambio. La sociedad civil organizada siempre han sido determinantes en los cambios políticos que acercan a los pueblos a su bienestar y democracia.
En Venezuela estamos viviendo un claro ejemplo de ello: los ocho directores de la Comisión Nacional de Primarias, junto con las muchas mujeres y hombres que los acompañaron, la mayoría provenientes de la sociedad civil, hicieron posible que las primarias fueran todo un éxito. Son los artífices de un hito organizativo y político en la Venezuela de estos últimos 24 años, y una constatación de lo que acabamos de afirmar.
La capacidad de la sociedad civil organizada de generar eventos y cambios, hoy por hoy, supera la debilidad de los partidos políticos en Venezuela. Hay que tomar conciencia de ello, y abrir espacios relevantes de participación a las destacadas personalidades y líderes sociales que abundan en la sociedad venezolana y que no militan en partidos políticos.
De lograrse esto, se estaría dando estructura organizativa ciudadana al caudal de apoyos logrados por los venezolanos a lo largo y ancho del territorio nacional, incluida la diáspora donde quiera que esta haya llegado.
Esta estructura organizativa ciudadana debe ser soporte e instancia de elaboración de propuestas creíbles e incluyentes, que acompañen y enriquezcan esa emocionalidad positiva que logró MCM y sus propuestas políticas. El desafío es continuar generando esa emocionalidad positiva en simultaneo con construir una forma orgánica que la recoja en toda esa diversidad social, política y territorial que se expresó en las primarias, una expresión organizativa que deberá liderar MCM. Habrá que ser cuidadosos en no confundirla con un frente de partidos, aunque ellos puedan tener representación allí.
Estamos hablando de algo necesariamente distinto, más amplio y políticamente más flexible desde el punto de vista organizativo que un partido político o un frente de ellos. Estamos hablando de una entidad con personalidad y nombre propio, que pueda recoger y expresar la gran propuesta de unidad nacional que le toca liderar a MCM, y donde personalidades destacadas y reconocidas de la Sociedad Civil, estén y desempeñen roles protagónicos para enfrentar con talento y experiencia los retos organizativos, de movilización, de recursos, etc., que se necesitarán para ser exitosos a la hora de enfrentar las dificultades y las amenazas que hayan de presentarse cara a los comicios del 2024 y los años subsiguientes.
Arturo Araujo Martínez es economista, exdocente de Economía de la UCV y empresario en activo. Fue director de Planificación Estratégica de Alimentos Polar; director de Industrias PMC.
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