El Sebin le dio la razón a Michelle Bachelet, por Xabier Coscojuela
@xabiercosco
Bachelet habló claro y raspao. Denunció al mundo lo que los venezolanos sabemos desde hace años: que aquí se tortura, se dan malos tratos, se ha usado de manera excesiva la fuerza, se producen detenciones arbitrarias, se cometen homicidios por parte de las fuerzas de seguridad, además de las otras violaciones a los derechos a la salud, alimentación, educación y un largo etcétera.
Como era de esperarse, desde el Gobierno se respondió descalificando al mensajero, afirmando que solo había recibido informes de los “escuálidos”, según Diosdado Cabello. Pero el Sebin se encargó de desmentir al presidente de la asamblea constituyente cuando procedió a detener, en plena madrugada, a Roberto Marrero, uno de los asistentes del diputado Juan Guaidó.
Esta detención tiene, por lo menos, dos lecturas. Una, que les importa muy poco lo que diga Bachelet y la comunidad internacional sobre la violación de los derechos humanos en Venezuela. La otra, que dentro del Gobierno hay factores interesados en desprestigiar a Nicolás Maduro haciéndolo responsable, que lo es, de una nueva violación a los derechos humanos.
La expresidenta chilena también dejó en evidencia al fiscal de facto, Tarek William Saab, de quien dijo se ha negado a abrir investigaciones sobre las actuaciones de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES). La alcahuetería de este personaje con el Gobierno era conocida por los venezolanos, ahora quedó en evidencia ante el mundo.
Ese informe que dio el miércoles 20 de marzo Bachelet no está basado en la información que está recopilando en Venezuela la comisión que depende de su oficina y se encuentra en el país, sino en levantamientos anteriores de información. Seguro que cuando reciba el específico de esta visita, concluirá que la situación no ha hecho sino empeorar.
Como si la denuncia de Bachelet no fuera suficiente, fueron presentados en la OEA unos videos donde se ve a militares venezolanos maltratados o torturados en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar. El video fue grabado por un integrante de ese cuerpo de inteligencia, el teniente de la Aviación Ronald Dugarte, quien además dio testimonio de los “horrores” que presenció. La respuesta del Gobierno fue tratar de bloquear la URL de la etiqueta DGCIM en Twitter, que era tendencia pero pocos podían seguirla.
El informe de Bachelet es una radiografía a un gobierno que viola los derechos humanos de manera sistemática. Que tortura con premeditación y alevosía. Que hace que todo el capítulo sobre esta materia contenido en la Constitución sea letra muerta. Que demuestra, también en este caso de los derechos humanos, que son unos farsantes.