El valor de la dignidad, por Orlando Chacón
@Orlandochacon_
He caminado junto a Juan Pablo Guanipa desde hace algunos años, mi admiración hacia él crecía en cada recorrido por lascomunidades, escuchando a nuestros vecinos de Maracaibo y de nuestro amado Zulia. Su liderazgo, cada día acompañado e impulsado por la gente fue creciendo, reconociendo ese trabajo incansable que a diario iniciaba muy temprano en su programa de radio desde algún sector y culminaba tarde en la noche en un barrio de nuestro estado. Su sensibilidad social y compromiso con el país, han sido la bandera que ha levantado en defensa de los derechos de nuestra gente.
Guanipa junto al pueblo zuliano, encabezó en el 2017 las protestas contra Nicolás Maduro y su régimen autoritario, presentando luego su candidatura en resistencia a la Gobernación del Zulia para que nuestro estado no fuera gobernado por los mismos populistas que por años han destruido la calidad de vida de nuestro pueblo. En una campaña titánica, demostrando que existe un plan para recuperar al Zulia y a Venezuela, donde todo nuestro estado fue testigo de la entrega de Juan Pablo al escuchar detenidamente a cada sector, mirando a los ojos a cada zuliano y dejando claro que el objetivo es recuperar nuestra libertad, sacando a Nicolás Maduro de la presidencia, ganó aplastantemente la gobernación del estado Zulia.
Luego de ser electo, fuimos testigos de cómo en un Golpe de Estado, se violentaba la voluntad de más de 700.000 zulianos y se impedía entre bombas lacrimógenas, perdigones y decretos inconstitucionales su juramentación ante Concejo Legislativo del Estado Zulia. La pretensión de una juramentación ante la inconstitucional, barbárica y abominable Asamblea Nacional Constituyente, reconociéndola y arrodillándose ante lo que era evidente, una miserable dictadura, no era una opción. Para Juan Pablo Guanipa, Venezuela está primero, los valores, la dignidad y el compromiso por la libertad se impuso por encima de los intereses personales de algunos políticos locheros que sí se arrodillaron de forma cómplice.
Desde ese día, junto a Juan Pablo hemos seguido en la calle, como siempre lo hemos estado. He visto como a través de columnas tarifadas y laboratorios en redes sociales, se ha intentado vender lo contrario a lo que cada vez que Guanipa está en la calle se siente. Esa es la mejor verdad que se puede contar»
El pasado sábado en la bajada de nuestra amada Chinita, Guanipa llegó para recibir a la excelsa patrona, contrario a estar alejado a metros de su pueblo, llegó para acompañar a la feligresía que miraba con impresión, reaccionaba luego de unos segundos y saltaba gritando ¡ahí está Guanipa!, no podía faltar el abrazo, la foto, la historia de cuando Juan Pablo visitó su comunidad, manifestarle su apoyo y esperar de él un mensaje de esperanza.
A medida que avanzábamos lentamente por el afecto de la gente, era más evidente la verdad, las cosas no habían cambiado, Guanipa estaba de pie con su pueblo, mirándolos a los ojos y con la frente en alto. Nos detuvimos para escuchar la misa y esperar a nuestra Chinita, era un ir y venir de gente que veía a Juan Pablo y quería saludarlo, le hablaban de su padre, algunos de sus alumnos lo saludaban con admiración y los niños miraban con asombro, para luego darle un abrazo, a ese líder incansable del que tanto hablan.
Ese es el valor de la dignidad, poder mirar a los ojos a la gente, diciendo la verdad y con la frente en alto. Sintiendo que hemos hecho lo correcto. A Juan Pablo mi admiración, con él comparto el ideal de que para servir, hay que tener vocación, valores éticos y morales que te recuerden que el poder es un medio para ayudar, para construir, para generar cambios positivos y no para envilecerse de él.
Junto a Juan Pablo seguiremos recorriendo y organizando a las comunidades, de frente con la gente, hasta lograr el cambio y la libertad de Venezuela. Por el Zulia y Venezuela nuestro compromiso y amor infinito.