El Vaticano aclara que no cambió su doctrina sobre parejas homosexuales
El Dicasterio de El Vaticano lamentó la «confusión» sobre el sacramento del matrimonio, que sigue estrictamente reservado a las parejas heterosexuales. Esto ocurre luego de la publicación de un documento, aprobado por el papa Francisco, en el que se autorizó la bendición de parejas «irregulares» a los ojos de la Iglesia
Por: RFI
El Vaticano respondió este jueves a las críticas internas tras haber autorizado la bendición de parejas del mismo sexo en la Iglesia Católica y aseguró que su doctrina no cambió.
En un documento publicado el 18 de diciembre y aprobado por el papa Francisco, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe autorizó la bendición de parejas «irregulares» a los ojos de la Iglesia, incluidas las parejas que se volvieron a casar y las parejas del mismo sexo, siempre que esa bendición se llevara a cabo fuera de los rituales litúrgicos.
La nota, llamada «Fiducia suplicans» («La confianza suplicante») fue considerada un cambio doctrinal importante en la Iglesia pero provocó la protesta de muchos obispos, especialmente en países de África como Malaui, Nigeria, Zambia y República Democrática del Congo (RDC).
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En reacción el Dicasterio dijo este jueves en un comunicado de cinco páginas que quiere «aclarar» el texto publicado en diciembre y lamentó la «confusión» sobre el sacramento del matrimonio, que sigue estrictamente reservado a las parejas heterosexuales.
El prefecto (máximo responsable) del Dicasterio, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, indicó que pese a que se mantiene la doctrina hay que tener en cuenta «la delicada situación de ciertos países» donde la homosexualidad es rechazada o castigada con prisión, o incluso con la pena de muerte.
El Vaticano también aclara en el comunicado que las bendiciones a los homosexuales «no son ritualizadas» y que se caracterizan por «la simplicidad y brevedad de su forma» porque «no pretenden justificar algo que no es moralmente aceptable».
La Iglesia sigue condenando las relaciones homosexuales que califica de pecado. Desde su elección en 2013, el papa Francisco ha insistido en la importancia de abrir la Iglesia y en particular a los fieles LGTB+, pero sus esfuerzos han encontrado una fuerte resistencia.