El venezolano no está acostumbrado, por Ángel Monagas
@angelmonagas
En Venezuela vivimos un proceso muy “sui generis”. Esta afirmación deviene de una pregunta que muchos se hacen, yo hasta hace poco, ¿Por qué no se levanta el pueblo? ¿Por qué no reacciona ante tanta maldad?
Creo que quienes hacemos las preguntas, siempre las formulamos mal. El pueblo si ha reaccionado. Si ha actuado. Si ha protestado.
El análisis muy complejo y con muy poco espacio yo para profundizar, sería ¿Por qué no se han producido las consecuencias?
Más de una vez la gente ha respondido y el liderazgo carece de nivel, no está a la altura del compromiso.
Quizá muchos y es lo más peligroso, se cansaron de creer.
Como en el amor de pareja, las relaciones políticas entre el liderazgo y los liderados reclaman resultados. Puedes caer en la rutina sin darte cuenta.
Toda rutina, hacer lo mismo siempre, no es malo, especialmente cuando llevas tiempo con alguien. Puede significar que disfrutas hacer algo repetidamente.
¿Pudiera ese ser el caso de nuestra gente?
La carencia de una observación seria por quienes están llamados a ejercerla, llega a niveles superlativos.
El centralismo sigue fuertemente arraigado y siguen creyendo que Caracas es Venezuela y que como piensa, actúa el capitalino, así lo hacen en la provincia.
Nada más lejos de la realidad.
En Caracas está el poder político pero no el poder popular, por usar un término algo marxista.
Hay un vacío del tamaño de un océano de políticos con autentico poder.
Por ello la rutina se ha producido por la desaparición de la “chispa”, que debe tener toda relación entre los que manejan el poder y los sometidos a sus decisiones.
La mentira es la norma. Se le dice a la gente “todo el poder para el pueblo” y quienes deciden son otros, haciendo creer que usted formó parte de esa situación.
Aunque no se ajuste a la semántica, no es igual estar conforme a estar acostumbrado.
Ese es el trabajo más difícil que tiene nuestra representación política. Romper esa relación e inclinarla a la acción, o mejor dicho a la reacción.
Estar conforme es “ajustarse o estar de acuerdo con algo”. Puede estar satisfecho, más no necesariamente contento y peor aún, pudiera ser solo una expresión de resignación.
Por su parte el adjetivo ACOSTUMBRADO, hacer referencia a un escenario permanente. Dónde todo el tiempo se presenta lo mismo: No hay gasolina hoy, tampoco mañana, igual el agua, la electricidad, la inflación, incluso las sanciones pues no ves la afectación directa en los personajes causantes de las mismas. Repito esto no es un tratado de semántica, ese trabajo tiene excelentes profesionales, intento más bien encontrar caminos a una explicación actitudinal satisfactoria.
Cuando muchos reclaman señalando que el “pueblo está acostumbrado”, soslayan la fuerza del hábito, de la frecuencia.
Tantas veces sucede lo mismo que no reaccionamos.
Lo que si deseo dejar claro, es que “jamás de los jamases” el venezolano se acostumbrará a la miseria, al abandono, mucho más luego de percatarse del buen país que teníamos y por deficiencias experienciales, perdimos.
Ojo: Hay que aprender del pasado. Quien no conoce la historia, está obligado a repetirla, quien sea su autor, expreso perfectamente el drama de Latinoamérica. De los que nos trajo acá. De los discursos de los que defendieron lo que actualmente vivimos.
Es importante, vital, la gnoseología del error.
El pueblo venezolano de manera absoluta rechaza el socialismo, sea el chavista o el que muchos defendieron en la cuarta y pretenden también imponer. No hay socialismo bueno, o social democracia o democracia social, como pretende disfrazarse, es el “mismo musiú con diferente ca…”
El pueblo venezolano solo está conforme y es entendible su postura. Continúa escaneando, buscando, queriendo creer. Hay elementos a favor y también en contra.
Si logramos romper esa conformidad, empecemos por reconstruir el modelo político, desde sus cimientos.
Reglas claras. Imposible acabar el populismo, no obstante reduzcamos su dosis.
Guaidó sigue teniendo la oportunidad.
Como yo muchos lo apoyamos, no a ciegas, ni sin condiciones, eso sí, debe quedar claro.
Debe mejorar su comunicación política, la de sus aliados, carece de profundidad, de claridad, no hay reproducción de sus ideas, no se sostienen en el tiempo ¿Eso es lo que quiere?
Si supuestamente las sanciones son para obligar al cese de la usurpación, como es eso de que es una “orden de los gringos, sentarse en la misma y resolver por la vía pacífica”
El pueblo no es una entelequia. Pueblo somos todos, los ricos, la clase media, los pobres y no solo una parte.
En Venezuela opera una simple ley, de causa y efecto…