El voto, una institución, por Griselda Reyes
El voto, volvemos y volveremos a él una y las veces que hagan falta para defenderlo como herramienta de lucha pacífica y transformadora. Siempre hemos estado en firme defensa del sufragio y es que estamos convencidos de que es la única ruta para reinstitucionalizar a Venezuela.
Pero… ¿Qué estamos haciendo hoy realmente por defender el voto?
Para nosotros, además de la forma individual de expresión de la participación política, el voto es, también, parte de un proceso constitucional, institucional y legal de manifestaciones de la soberanía. Ambas caras se unen en una al momento del desarrollo del proceso electoral.
Y es que una elección va más allá de lo que denominamos como «El día D», entiéndase la fecha fijada por el órgano rector para que la ciudadanía acuda a las urnas. Se trata de un tema en el que todos, haciendo la contraloría social a la que estamos llamados los ciudadanos, debemos meter el ojo.
En esta etapa previa del desarrollo de los procesos por venir: Presidenciales, regionales, locales y hasta legislativos; el ente comicial ha hecho un llamado público a reacomodar un Plan Nacional de Catastro. La primera pregunta es cuánto sabemos de este tema.
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Se trata de un tema tan trascendental que, nada más y nada menos, nos va a reubicar los centros electorales. ¿Cuántos partidos políticos se han movilizado en pro de este objetivo? ¿Cuántos consejos comunales y comunidades organizadas han presentado sus solicitudes en esta materia?
Como siempre, preferimos permanecer en la pasividad y posteriormente nos quejamos porque otros asumieron una iniciativa que es netamente ciudadana. En materia comicial, lamentablemente nos limitamos a cuestionar al ente comicial, sin importar quién está allí.
Los procesos por venir exigen avanzar más allá de ser el simple votante (cuya elección termina siendo la satisfacción de un interés grupal y no un interés nacional). Aquí, sin electores activos, no hay desarrollo de democracia, ni libertad, ni el país que todos anhelamos.
En Venezuela hay hambre en todos los niveles, y el más grave de todos es el hambre de ser un buen ciudadano que debe ser saciada, cubierta, protegida. Recuperar la confianza del voto, es recuperar al ciudadano.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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