Eleazar A. Aponte S.: De estudiante a creador de animatrónicos, por Rafael A. Sanabria

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Eleazar Andrés Aponte Salcedo, un joven estudiante que acaba de finalizar estudios de electrónica en Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre, Aragua, siempre tuvo una pasión por la robótica y los efectos especiales. Durante años, soñó con dar vida a personajes que parecieran reales, y finalmente, su sueño tomó forma en un ambicioso proyecto: el diseño y construcción de un prototipo de cabeza animatrónica.
El proyecto comenzó como un desafío personal, una forma de aplicar sus conocimientos teóricos. Eleazar Andrés Aponte investigó a fondo la tecnología animatrónica, estudiando los mecanismos de movimiento, la electrónica necesaria y, crucialmente, la apariencia realista que deseaba lograr.
Se sumergió en el mundo de los actuadores, sensores y sistemas de control, buscando la combinación perfecta para su prototipo.
La cabeza animatrónica de Eleazar Andrés Aponte no sería una réplica cualquiera. Su objetivo era crear una pieza que pudiera imitar los movimientos faciales humanos con precisión, desde sutiles expresiones hasta movimientos más amplios como la apertura de la boca y el parpadeo de los ojos. Para lograrlo, diseñó un intrincado sistema de servomotores y engranajes, cuidadosamente calibrados para trabajar en armonía y ofrecer una amplia gama de movimientos.
El proceso de diseño fue un constante aprendizaje. Eleazar Andrés Aponte enfrentó numerosos obstáculos, desde la dificultad de encontrar los componentes adecuados hasta la necesidad de miniaturizar los mecanismos para que encajaran dentro de la estructura de la cabeza. Sin embargo, su perseverancia y dedicación lo llevaron a superar cada desafío. Utilizó técnicas de impresión 3D para crear piezas personalizadas, adaptando los diseños a las necesidades específicas de su proyecto.
La parte estética también fue Eleazar Andrés Aponte dedicó tiempo a la creación de una máscara realista, utilizando materiales como silicona y látex para lograr una apariencia humana convincente. Trabajó en la pintura y el acabado, prestando atención a cada detalle para que la cabeza animatrónica pareciera lo más real posible.
Finalmente, llegó el momento de la verdad. Eleazar Andrés conectó los cables, activó el sistema y observó con emoción cómo su creación cobraba vida. La cabeza animatrónica se movió con gracia, imitando expresiones faciales complejas y realizando movimientos suaves y fluidos. El prototipo, aunque aún en desarrollo, era un testimonio del talento y la dedicación de Eleazar Andrés.
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El éxito de su proyecto no solo le valió el reconocimiento de sus compañeros y profesores, sino que también le abrió las puertas a nuevas oportunidades. Aponte Salcedo es motivo de orgullo y un referente para eventos de tecnología y antecedente para proyectos de efectos especiales.
Su historia es un ejemplo de cómo la pasión, la perseverancia y el conocimiento pueden llevar a logros extraordinarios, incluso en el ámbito Eleazar, el joven estudiante egresado del Instituto de Tecnología Antonio José de Sucre, Aragua, se ha convertido en un creador de animatrónicos, un innovador que ha dado un paso más allá en el mundo de la robótica y los efectos especiales. Eleazar Andrés Aponte Salcedo es la Venezuela que avanza.
¡Enhorabuena!
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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