Electoralmente Minas Gerais es un Brasil en miniatura, por Francisco Ramírez L
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Luego de cada elección, sea en el país que sea, los análisis dibujan mapas del comportamiento de los votantes y demuestran cómo la sumatoria de tendencias diversas en las diferentes regiones componen el resultado final a escala nacional. Sin embargo, en muy pocos casos se observan provincias o regiones que, por la composición de su población, reflejan las tendencias políticas nacionales; estos territorios se conocen como bellwethers. Ya sea en el estado de Minas Gerais (Brasil), en el estado de Ohio (Estados Unidos) o en la Comunidad Autónoma de Aragón (España), elección tras elección los resultados comiciales son un calco del resultado en el ámbito nacional.
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Según los expertos Laura Tejedor y José Luis Dader, los bellwethers se pueden definir como ciudades, provincias o regiones que marcan o dirigen la tendencia nacional, aunque también pueden ser una copia casi exacta del resultado nacional. Por ello, los bellwethers también pueden ser una herramienta para predecir al ganador de una elección nacional.
Partiendo de lo que afirman, por su parte, los expertos Edward Tufte y Richard Sun en su libro Are there Bellwether Electoral Districts?, los bellwethers se dividen en dos categorías principales. Por un lado, los distritos barométricos predicen la proporción del voto nacional que recibirá el ganador, y por el otro, los distritos swingométricos detectan los cambios u oscilaciones en la proporción de votos de una elección a otra. Estos dos métodos permiten medir las desviaciones en las regiones sobre la media nacional y, por supuesto, el número de veces que las regiones aciertan a posteriori en el voto al ganador de los comicios.
Brasil y Minas Gerais
Las recientes elecciones a la presidencia de Brasil reafirmaron que Minas Gerais es un estado bellwether de bastante confianza. En un análisis previo observamos que, desde 1989 hasta 2022, el único Estado federal de Brasil que se adaptaba a las definiciones era Minas Gerais. Ha sido la única entidad, junto a Amazonas, que no ha fallado en ninguno de los ciclos electorales a la presidencia de ese país y sus indicadores son casi exactos a los de la media nacional de voto.
Durante la primera vuelta, el análisis barométrico reflejó que el voto recibido por Luiz Inácio Lula da Silva en Minas Gerais estuvo apenas 0,14% por debajo de la media nacional. Además, su desviación media desde 1989 es de 3,53 puntos porcentuales. En cuanto al análisis swingométrico, las diferencias de voto de unas elecciones a otras en esa entidad oscilan entre los 3,16% y los 0,80%.
Este análisis nos permitió hacer estimaciones para la segunda vuelta. Auguramos que el resultado sería muy reñido y, finalmente, fue de un 50,90% del voto para Lula y 49,10% para Jair Bolsonaro. La segunda vuelta se ciñó a nuestro análisis anterior según lo observado en Minas Gerais. El porcentaje de voto ahí se quedó a 0,70 puntos del resultado nacional y su variación entre la primera y la segunda ronda se quedó en 0,56 puntos.
España y Aragón
En España es conocido que lo que ocurre en Aragón se refleja a escala nacional. Nuestro análisis desde 1977 hasta 2019 demuestra que esta comunidad autónoma es la única que siempre ha votado al ganador de las elecciones generales. Además, si analizamos las provincias que la componen, vemos que, en las elecciones generales, Huesca y Zaragoza han votado siempre al ganador electoral. Mientras tanto, el análisis barométrico indica que Zaragoza es la provincia que mejor plasma el porcentaje de voto al ganador de las elecciones generales.
Otro tipo de análisis interesante lo encontramos en las elecciones autonómicas como predictoras de lo que ocurrirá en el país. Aragón vuelve a ser clave. A pesar de que las elecciones generales y autonómicas no han coincidido en los mismos años hasta 2011, podemos ver lo que ocurre un año antes en Aragón para entender los cambios en el ámbito nacional.
Nuestro análisis establece que las elecciones autonómicas ahí son un buen indicador swingométrico, ya que desde 2011, los comicios han recogido las mismas variaciones de voto que se darían en las elecciones generales meses más tarde. Y el análisis barométrico nos ha permitido ver que el porcentaje de voto que obtiene el partido más votado en esa entidad es prácticamente idéntico al porcentaje de voto que obtiene el ganador de las elecciones generales a escala nacional.
Bellwethers como predictores
Autores como Edwards Tufte han explicado en sus investigaciones por qué los bellwethers pueden llegar a calcar los resultados a escala nacional. Una de las posibilidades más reconocidas es la existencia de una población muy representativa del panorama nacional. De esta forma, podríamos explicar a qué se debe el hecho de que la composición de su población evidencie las tendencias políticas nacionales a escala regional.
El estudio sociológico de la población por estratos puede determinar las similitudes entre las poblaciones de estas regiones y la población general del país según parámetros como la proporción entre hombres y mujeres o la composición de la población por edad. A estas similitudes se suman otras como la situación socioeconómica y las preferencias políticas, las cuales propician los aciertos comiciales elección tras elección, ya sea en Ohio, Aragón o Minas Gerais.
Francisco Javier Ramírez Leiva es politólogo y doctorando en «Poder y Democracia» en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla (España). Máster en Análisis Político y Electoral por la Universidad Carlos III de Madrid (España).
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